Preocupación por el estado de salud de Carlos III

El diagnóstico de cáncer del rey Carlos III en febrero de 2024 fue un auténtico mazazo para la monarquía británica. Sin embargo, el soberano decidió afrontarlo con entereza y, tras estar retirado el mínimo tiempo posible para someterse al tratamiento, retomó su agenda abordando todos sus compromisos oficiales, incluyendo los viajes de Estado. Una año y medio después, cuando parece que la situación es estable, unas declaraciones de la actriz Joanna Lumley han provocado que cunda la preocupación entre la opinión pública inglesa. «Es excepcionalmente valiente, porque está realmente enfermo, pero prácticamente nadie puede seguirle el ritmo. Le dedica tanto a cada día que camina más rápido que nadie que haya conocido; es increíble«, ha dicho sobre el rey en una entrevista a la revista 'Saga'.

Sus palabras han vuelto a poner de relieve el lamento de la reina Camilla que el pasado mes de junio confirmaba que su marido «no disminuirá el ritmo y no hará lo que le dicen (los médicos)». Y es que parece que Carlos III ha decidido poner por delante de su salud sus obligaciones con la corona.

Además, ha trascendido su querencia por terapias alternativas como la que reveló la Concha Calleja en el programa 'Fiesta', consistente en «durante tres semanas, cada día un enema de café, luego 13 zumos al día, el máximo de litros que pueda. Es una limpieza absoluta. Luego una inyección de extracto de bacalao y B12». Un tratamiento de «4.900 euros a la semana y 20.000 euros las inyecciones», según detalló la periodista y que los médicos le desaconsejaron por carecer de base científica y por poner en riesgo su ya delicada salud.

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