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Trump a Musk: «¿Has visto a Biden en la playa? Apenas podía caminar»

Trump a Musk: «¿Has visto a Biden en la playa? Apenas podía caminar»

De la inmigración a Biden, el magnate y el candidato republicano a la Casa Blanca hablan en X pese a recibir un ciberataque

Mercedes Gallego

Martes, 13 de agosto 2024, 08:14

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Volvió a pasar. Elon Musk decía haber hecho una prueba de estrés en su plataforma de Twitter, rebautizada como X, de hasta ocho millones de usuarios, pero cuando comenzó la «entrevista» que había anunciado con Donald Trump, la plataforma falló.

Durante los primeros 40 minutos, de las casi tres horas que duró el encuentro virtual, más de un millón de personas refrescó continuamente la pantalla en busca de la esperada conversación entre estos dos inesperados amigos. Los piratas aprovecharon el interés masivo para irrumpir en ese vacío con una cuenta falsa de Tesla en YouTube, en la que aparecía un vídeo manipulado de Musk pidiendo a los usuarios que escanearán un código QR para «doblar su criptomoneda». Trump echó la culpa a los demócratas. Sus seguidores por internet, a una variedad de conspiraciones, entre las que predominaban «los globalistas que quieren acabar con él».

Para quienes persistieron con en él dedo en el ratón, hubo una recompensa. «Procederemos con un número menor de los oyentes a las 8:30 h y luego colgaremos el audio sin editar», escribió el fundador de Tesla, media hora después del horario previsto.

Era una reminiscencia de otro intento semejante de trasladar la política a su plataforma. En 2022 el empresario invitó al gobernador de Florida Ron DeSantis a lanzar su campaña presidencial con una conversación en Twitter, que sufrió incluso más problemas técnicos que la de ayer. Frente a las 160.000 personas que conectaron para DeSantis, ayer se esperaban más de un millón, que Trump exageró a «60 o 70 millones». Musk no desmontó ninguna de sus mentiras, pero con esta se sintió obligado a puntualizar que la cifra seguramente será el número de veces que se escuche en los días venideros.

El empresario tecnológico de 53 años, nacido en Sudáfrica y criado en Canadá, salió del armario político tras el intento de asesinato de Trump, cuando le declaró su apoyo y prometió donar a su campaña 45 millones de dólares cada mes a través de una plataforma de acción política, ya que las contribuciones directas están muy limitadas.

La conversación de ayer, en la que hubo pocas preguntas y mucha complicidad, fue su oportunidad para explicar por qué vota al expresidente. «Vamos a tener ciudades más seguras, fronteras más seguras, un gasto más prudente, menos regulaciones y un futuro más próspero, además de algunas cosas excitantes, como proyectos espaciales», enumeró. Parecía una contradicción que el hombre que más ha impulsado los coches eléctricos en EEUU apoye al candidato que más defiende a la industria fósil y vilifica las renovables, pero ambos tienen en común otros muchos temas.

A lo largo de la conversación Musk se reveló alarmado por el aumento de la inmigración ilegal en Estados Unidos. Dijo haber ido personalmente a la frontera con México para comprobar si era cierto lo que se decía, y concluyó que EEUU «simplemente no puede acoger a tanta gente de todas partes del mundo».

Sin preguntas incómodas

Trump estaba encantado. Los números de oyentes crecían por millones, su interlocutor no le interrumpía, ni lanzaba preguntas incómodas y, además, le seguía la corriente cuando presumía de que Kamala Harris no podría hacer una entrevista como esa, «simplemente no puede, es una incompetente», afirmó, «y el atolondrado de Biden, menos». Animado por su complicidad, Trump seguía. «Biden ahora es como un vegetal, en mi opinión. ¿Le has visto hoy en la playa? El tipo apenas podía caminar. ¿Por qué alguien le habrá permitido eso? Debe tener algún consejero político que piensa que eso se veía bien. Es ridículo. Ni siquiera puede levantar la silla».

Además de criticar a sus oponentes, Trump pasó dos horas y media recordando sus éxitos de gobierno y atacando la gestión de su sucesor, particularmente en las dos áreas en las que sabe que puede hacerle más daño: inmigración e inflación. Ninguna de las dos guerras de actualidad, Ucrania y Gaza, hubieran ocurrido de haber sido él presidente, dice siempre. «Pero simplemente no tenemos un presidente», añadió. «Y ella va a ser peor que él, por qué es una liberal de San Francisco que ha destruido la ciudad, y como fiscal general destruyó California». Musk le reía las gracias, pero mientras caían en picado las acciones de Trump en Trump Media, compañía madre de la plataforma Truth Social, que creó cuando estuvo vetado en Twitter. Con el magnate publicando en la empresa rival por segunda vez desde que el nuevo propietario le readmitiese, la posibilidad de que volviese a ella regularmente desplomaba el valor de Trump Media, cuyas acciones caían un 7%. Desde que la empresa se hiciera pública en marzo pasado ha perdido un 40% de su valor, con la única excepción del repunte que experimentó tras el intento de asesinato del pasado 13 de junio en Butler (Pensilvania).

Ayer, el magnate anunció que en octubre volverá al escenario del crimen en el que una bala le arañó la oreja en pleno mitin y le catapultó a la fama. «Lo tenemos todo arreglado y la gente de Butler es fantástica», declaró.

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