Biden se une al veto de minas antipersonales
La situación en la Península de Corea es la única excepción, que impide a EEUU firmar el Tratado de Ottawa
Mercedes Gallego
Nueva York
Martes, 21 de junio 2022, 19:18
EEUU, Rusia, China, India, Pakistán… ¿Cómo se puede considerar un éxito el Tratado de Ottawa para vetar las minas antipersonales sin la firma de estos gigantes y una treintena de países más? Al menos en la práctica, el gobierno de Biden anunció este martes que revertirá la directiva de la era Trump que empoderaba a los comandantes militares a usarlas «en ciertas situaciones», cuando se requiera «recuperar ventaja competitiva con armas más letales, ágiles, resilientes y listas para un abanico de contingencias y geografías».
Publicidad
Más de la mitad de las 7.000 víctimas anuales que dejan este tipo de minas son niños. Por eso fue también la última gran empresa humanitaria de la Princesa Diana, que pocos días antes de morir visitó en Bosnia a los supervivientes de estas crueles armas de guerra, que explotan en tiempos de paz. Afganistán ha quedado minada, literalmente.
Fuentes del Departamento de Estado dijeron a The Washington Post que con esta directiva el presidente quiere alinearse más con su creencia de que los derechos humanos deben de ser un factor a considerar «cuando se usan o proporcionan armas a otros países». Con eso enviaba también un mensaje al gobierno de Volodimir Zelesnky, que se siente en desventaja con Rusia al haber firmado Ucrania el Tratado de Ottawa, del que Rusia no es parte.
Si bien la decisión del presidente ha recibido el elogio general, los activistas resaltan que lo que realmente se necesita es que EEUU ratifique el tratado. Sin embargo, la militarización de la frontera entre las dos Coreas, que EEUU ha prometido defender, se interponen ante ese logro. Con la nueva legislación el gobierno norteamericano se compromete a destruir los tres millones de minas antipersonales que tiene en sus arsenales y todas aquellas que no sean necesarias en Corea del Sur, mediante un mecanismo de autodesarme. Dejará de fabricarlas, producirlas o adquirirlas y no las facilitará ni trasportará «fuera de la Península de Corea», salvo para destruirlas.
El secretario de Defensa Lloyd Austin ha hecho saber el malestar de sus generales que no comparten la decisión del presidente. «Han tenido la oportunidad de hacérselo saber y él tomó su decisión», replicó la fuente del Departamento de Estado. Para las fuerzas armadas, se trata de un arma imprescindible cuya ausencia «pondrá en peligro a los soldados estadounidenses».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión