El FBI detiene a una pareja que quería dejar Baltimore sin electricidad

Los acusados habían trazado un delirante plan, según el cual pretendían causar graves daños en la infraestructura energéticade Baltimore y dejar sin suministro a la población, con el fin de desatar el caos y las revueltas callejeras, de modo que los propios ciudadanos «destruyeran todo a su paso». Los imputados son Clint Russell, de 34 años, y su pareja Sarah Beth Clendaniel, de 32 años. Ambos habían salido hace menos de un año de prisión. Russell cumplió una sentencia de cinco años por fabricación de bombas y Clendaniel por robar en tiendas armada con un machete.

Los dos «conspiraban para infligir el máximo daño al sistema eléctrico», ha explicado Tom Sobocinski, que dirige la oficina del FBI en Baltimore. El plan era disparar en varias ocasiones y de forma simultáneo contra cinco estaciones situadas en puntos estratégicas. Según sus previsiones, las instalaciones hubieran necesitado semanas para volver a reestablecer el suministro.

La hoja de ruta que pretendían seguir ambos inculpados, de tendencias neonazis, consta en varias grabaciones sonoras y en documentos escritos en los que Russell alude a Hitler, a Ted Kaczynski, conocido como Unabomber, y al autor de los atentados de 2011 en Noruega, Anders Breivik, que se han convertido en referentes de la supremacía blanca.

Russell, residente en Florida, era líder de una red terrorista neonazi formada en 2013 denominada División Atomwaffen, conocida actualmente como Orden Nacional Socialista. Pese a que estaba fichado por la Policía no había sido perseguido. En las redes sociales presumía de sus ideales y pronosticaba su plan de ataque como «legendario». «Lo más grande que alguien puede hacer«, según las transcripciones obtenidas por el FBI.

Las autoridades han afirmado que las redes eléctricas y de comunicaciones se han convertido en blanco de asaltos por parte de simpatizantes de estos movimientos racistas con el propósito de sembrar el temor.

Baltimore, de 570.000 habitantes, está entre las diez ciudades con más población negra y durante años ha sido el reflejo de la desigualdad racial en el país. La ciudad ha sido clasificada como una de las más segregadas de Estados Unidos y los expertos estiman que los vecinos negros más pobres viven unos 20 años menos que los residentes de los barrios ricos blancos.