La Fiscalía de Nueva York demanda a Trump y tres de sus hijos por presuntos delitos fiscales
El expresidente republicano se lucró del fraude que duró más de una década y afectó a todos los niveles de su organización
mercedes gallego
Nueva York
Miércoles, 21 de septiembre 2022, 18:50
El bestseller 'El Arte del Trato', con el que Donald Trump convenció a millones de personas de que puede enseñarles a hacerse ricos, es en realidad, 'El Arte del Robo'. Lo dijo así este miércoles, en conferencia de prensa, la fiscal del Estado de Nueva York, Letitia James, que hace tiempo que se la tiene jurada. Durante su campaña al alto cargo de procuradora de justicia prometió sacar a flote el fango de la organización sobre la que el expresidente construyó su imperio y hoy, también en campaña, cumplió al presentar las conclusiones de tres años de investigación, condensados en 220 páginas.
Las mismas que constituyen la demanda civil presentada al Tribunal Supremo de Nueva York, ante el que acusa a la Organización Trump de presentar sistemáticamente declaraciones financieras que eran «un compendio de mentiras». Si prevalece, Trump tendrá que reorganizar sus empresas fuera del estado de Nueva York, devolver parte del dinero, pagar una multa monumental y ni él ni sus hijos podrán comprar o vender en el Estado ni servir en el consejo directivo de alguna empresa que tenga sede social en Nueva York.
Pese a que algunos de sus asesores se lo hicieron ver, Trump inflaba descaradamente el valor de «prácticamente todas y cada una de sus propiedades». Desde la mansión de Mar-a-Lago en Palm Beach, valorada en la friolera de 739 millones de dólares, a su torre del 40 de Wall Street, que estimó en 200 millones. Como referencia, la propiedad más cara que se vendiera en Nueva York el año pasado ascendió a 70,5 millones.
«Abuso de poder»
Según la fiscal, once de las declaraciones financieras anuales de Trump incluían más de 200 falsedades evaluaciones engañosas. Gracias a ellas conseguía préstamos preferenciales a bajo interés de las principales entidades bancarias, con los que seguía construyendo su imperio. «Era un horrendo abuso de poder», concluyó James.
La abogada de Trump, Alina Habba, tomó prestadas sus palabras para acusarla de «abuso de autoridad» por razones puramente políticas. Otros, como la empresa de contabilidad Mazars, incluida en la demanda civil por compilar sus estados financieros, acusa a la fiscal demócrata de servir a los intereses de «los grandes y sofisticados bancos de Wall Street». James recordó que si una familia miente en su declaración de impuestos para obtener un préstamo con el que comprarse una casa o enviar a sus hijos a la universidad, su oficina descargaría sobre ella todo el peso de la ley. «¿Por qué esto debería ser diferente? Es la historia de dos sistemas de justicia, uno para la gente trabajadora de a pie, y otro para la élite. Los ricos y los poderosos», lapidó.