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Kuleba, junto a Borrell, en un cumbre europea. Olivier Hoslet/EFE
Dimitró Kuleba, el ministro que en nada se parecía al presidente

Dimitró Kuleba, el ministro que en nada se parecía al presidente

El único miembro del gabinete ucraniano que competía en carisma con Zelenski en el ámbito internacional cae víctima de una rivalidad conocida

Anje Ribera

Miércoles, 4 de septiembre 2024, 20:43

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Ucrania pierde su cara amable. Dimitró Kuleba (Sumi, 1981) anunció este miércoles su dimisión, un eufemismo para disfrazar una marcha propiciada, según algunas fuentes de Kiev, por una pérdida de confianza por parte de Volodímir Zelenski. El hasta este miércoles ministro de Exteriores era el único miembro del Gobierno que difuminaba el brillo del presidente. La ola de simpatía que Kuleba había despertado durante los últimos cuatro años entre las diplomacias de todo el mundo no acababa de contentar a su jefe, temeroso de un progresivo eclipse de su figura y demandante de un estilo más agresivo a la hora de pedir ayuda.

Su adiós se esperaba desde hace tiempo, pero ha sido ahora, cuando se prevén tiempos difíciles y se pronostica un invierno lleno de desafíos, el momento en que Kuleba por fin ha sido incluido en la lista de nombres reemplazados en el gabinete.

Nunca hubo sintonía entre el jefe del Estado y su canciller. Dos hombres distintos. Mientras Zelenski, cómico televisivo hasta llegar al poder, supo rentabilizar su histrionismo para alcanzar las esferas más altas, Kuleba asentó su caminar político en una acreditada carrera formativa y profesional. Uno viste ropa de camuflaje. El otro se exhibe trajeado. Dos imágenes que describen sus polos opuestos.

El choque se presagiaba. Más aún por la ola de apego internacional que supo despertar Kuleba, que consiguió relaciones diplomáticas privilegiadas con Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, Francia y otros países occidentales e incluso logró abrir nuevas embajadas de Kiev en países donde hasta entonces no había representación. El dimitido titular de Exteriores protagonizó también giras sin precedentes por Asia, Latinoamérica o África durante las que supo atraer apoyos a la causa bélica de su nación consiguiendo, en cierto modo, a reducir la influencia rusa en el llamado Sur Global.

Conocedor del enemigo

Kuleba se ha criado con gran influencia rusa, al nacer en el noroeste de Ucrania, una zona fronteriza con el país invasor. Ello le ha permitido conocer bien al enemigo y sus estrategias. Las estudió en la Universidad Tarás Shevchenko de Kiev durante la carrera de Derecho Internacional, área por entonces muy marcada por la antigua cultura soviética en la que también se doctoró. Ese currículum le llevó pronto a ser contratado por el Ministerio de Exteriores, donde trabajó como alto funcionario entre 2010 y 2013 encargado de las relaciones con EE UU y de la misión permanente ucraniana ante la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). Asimismo dirigió el departamento de comunicaciones estratégicas y fue pionero en la diplomacia digital.

Su formación diplomática y su estilo fresco enseguida le valieron para tejer redes con gobiernos occidentales

Tras desempeñar el cargo de embajador ante el Consejo de Europa y el viceministerio de Integración Europea y Euroatlántica, Zelenski le reclutó para su gabinete en 2020, un año después de que Kuleba se alejara del anterior Gobierno por disonancias con el entonces presidente Viktor Yanukóvich, muy cercano al Kremlin. Pronto desentonó en un equipo en su mayoría formado por gente del entorno directo del nuevo mandatario en sus años del mundo del espectáculo.

A Kuleba siempre le ha gustado caminar por otras veredas, más simples. Su sencillez y bonhomía le llevaron a entablar un amistad personal con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, al que durante las visitas a Kiev llevaba a comer a un McDonald's o a una cadena de pizzerías regentada por exmilitares ucranianos. Era su estilo, fresco y cercano.

Los resultados avalaron su estrategia y por ello nadie fuera de las fronteras de Ucrania esperaba su marcha. En el país agredido por Rusia, por contra, no ha generado sorpresas. Se desconoce su sucesor, pero seguro que se parecerá más a Zelenski que al este miércoles 'dimitido' y aportará «la nueva energía» que reclama el presidente.

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