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Urgente Jesús del Vía Crucis tampoco logra salir de la Catedral

Canal Motor

Viernes, 24 de marzo 2023, 23:32

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Con el IPC al 6%, el empobrecimiento de los hogares ha provocado que los españoles estén más preocupados por pagar la factura de la luz y del gas que por cambiar de coche. Aunque las búsquedas de vehículos nuevos y usados se están recuperando (4,5% y 3,8%, respectivamente), están lejos del crecimiento de las consultas energéticas, que aumentaron un 30% en el primer trimestre del año, según Autoscout24 a partir de los datos facilitados por Google.

La preocupación de los españoles por la factura de la luz y el gas viene de lejos. A finales del año, coincidiendo con el arranque del invierno, se dispararon ya un 108%, mientras que las de vehículos nuevos cayeron un 14% y las de usados poco más, un 15%.

En este escenario un tanto incierto de inflación creciente y tipos de interés elevados, los españoles se piensan dos veces cambiar de coche y el que lo hace es por necesidad. Esto explica que 8 de cada 10 adquisiciones sean por este motivo.

En cambio, sólo el 15% de las compras actuales de coches son aspiracionales. Y ni siquiera la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones en 149 ciudades con más de 50.000 habitantes, y que afectan de lleno a más de 3,7 millones de coches sin etiqueta, han generado todavía un gran nicho de demanda, pues sólo motivan - de momento- el 5% de las compras.

Todo ello deriva en un mercado un tanto estancado con un crecimiento del 3,2% en las ventas de usados y un 32,1% en las de nuevos en lo que va de año, pero lejos todavía de las cifras prepandémicas (-24%).

Y es que cambiar de vehículo se ha convertido en una verdadera inversión para las familias. Si el salario medio de los españoles supera los 25.000 euros (INE), el precio a desembolsar por un coche nuevo es de más 23.000 euros (Agencia Tributaria), prácticamente lo mismo. Es más, si nos atenemos únicamente a versiones electrificadas, la cuantía supera incluso los 30.000 euros.

Por ello, no es de extrañar que, para dar respuesta a su movilidad, los españoles utilicen «puentes», resucitando las ventas de vehículos «mileuristas» de más de 20 años o transformando los vehículos de combustión a GLP, el atajo más rápido y económico para conseguir la etiqueta ECO sin cambiar de coche, que registró un crecimiento del 36,5% en nuestro país durante 2022.

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Según Ignacio García Rojí, portavoz de Autoscout24, «preocupa más pagar cerca de 1.000 euros al año en luz que 8.000-9.000 euros al año en la letra del coche. Hay una demanda latente que está a la espera de que vengan precios mejores. Ahora bien, que las búsquedas de vehículos crezcan, ya sea de nuevos o de usados, es síntoma de que la aspiración se mantiene».

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