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La vivienda se ha convertido en la gran cuestión de la precampaña electoral hacia los comicios municipales y autonómicos. Desde que el PSOE, Unidas Podemos, ERC y EH Bildu anunciaron un acuerdo para la ley de vivienda que previsiblemente se aprobará esta semana en el Congreso de los Diputados y el Consejo de Ministros dio el pistoletazo de salida a la movilización de inmuebles en manos de la Sareb para destinarlos al alquiler social, este tema de conversación está desplazando a prácticamente todos los demás.
De esta manera, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha empleado a fondo esta mañana con la cuestión inmobiliaria. Según ha planteado en una reunión que mantenía con la patronal madrileña para presentarle su programa electoral, su ejecutivo ya había planeado que la próxima fuera la legislatura de la vivienda. En ello, ha defendido, su equipo lleva trabajando «meses» con el desbloqueo del plan Madrid Nuevo Norte o su participación en nuevos desarrollos urbanísticos. Y, según ha afirmado, ha sido precipitadamente que el Ejecutivo central que preside Pedro Sánchez ha sacado esta cuestión a relucir.
En este sentido, Díaz Ayuso ha expuesto que va a multiplicar la oferta de vivienda en la Comunidad de Madrid con la construcción de 45.000 casas públicas de aquí a 2027 en la región. Y ha defendido que la mitad de las viviendas protegidas que se levantan en España se construyen en la autonomía que ella preside. También ha querido contrastar el modelo del Gobierno español con el que promueve en su Comunidad, basado en «incentivos, estímulos, multiplicando la oferta y sin dejar indefensos a los propietarios». Y también en «más oferta, menos regulación y más facilidades para construir».
La presidenta madrileña ha aprovechado su reunión con los empresarios de la región para anunciar una nueva ley del suelo en Madrid para atraer inversión y poner en el mercado más suelo público. Esta norma sustituiría a la aprobada en el ejercicio 2020. Además, Ayuso ha anunciado la apertura de una oficina urbanística que atraiga proyectos de construcción a los municipios de menor tamaño. «En resumen, más oferta, menos regulación y más facilidades para quienes quieren construir en Madrid y necesitan una casa. Estas son las claves para hacer un Madrid mejor y afrontar el incremento de los precios de la vivienda», reivindicó la presidenta madrileña.
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