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Olatz Hernández y María Eugenia Alonso
Madrid
Miércoles, 26 de abril 2023, 20:11
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El pulso político por la futura ley de regadíos de Doñana continúa en Bruselas y lo hace de una manera tan inusual como polémica. El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, acusó este miércoles a la Comisión de mantener un comportamiento «muy partidista» en torno a este debate y cargó contra el comisario de Medio Ambiente, el lituano Virginijus Sinkevicius, con el que mantuvo un encuentro, por «hacer campaña» por el presidente español Pedro Sánchez. En su opinión, el Ejecutivo comunitario está manteniendo una posición «bastante política» sobre la crisis de Doñana y tachó esta actitud de «inaceptable». El aludido replicó en Twitter subrayando que la Comisión actúa como «un guardián imparcial» de las reglas comunitarias.
El líder de los conservadores europeos ponía así en duda la imparcialidad de una institución a cuyo frente está uno de los suyos, la alemana Ursula von der Leyer, después de que el Ejecutivo comunitario lanzase una advertencia sobre los «efectos desastrosos» del plan de la Junta de Andalucía y recordase al Gobierno central que incluso sin esas nuevas actuaciones, España no cumple la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que la condenó hace dos años por desproteger este espacio natural. «La Comisión está profundamente preocupada por la legislación propuesta en Andalucía. Si se aprobara, degradaría los humedales protegidos de Doñana», enfatizó el martes la Comisión.
Los eurodiputados populares Dolors Montserrat y Juan Ignacio Zoido mantuvieron también un encuentro con el comisario Sinkeviciusal al igual que la líder del grupo socialdemócrata (S&D), Iratxe García. En palabras del presidente del PPE, la Comisión debe «intentar contribuir a la búsqueda de soluciones y no separar a las personas por motivos políticos partidistas». Además, se mostró «sorprendido» por la actitud del comisario Sinkevicius -su partido está integrado en Los Verdes-, al que ve «cada vez más como una 'camisa roja' haciendo campaña por Sánchez y no tanto como un verdadero creador de soluciones».
Montserrat secundó el mensaje de Weber y pidió a Bruselas «que se abstenga de comunicaciones partidistas». También criticó la actitud de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y le afeó «su soberbia y ataques a la Junta de Andalucía». La eurodiputada del PP concluyó su comparecencia con un llamamiento a Ribera para que se siente a hablar con el Gobierno de Juanma Moreno, una petición que también respaldó el comisario de Medio Ambiente.
Tras conocer las acusaciones del PPE, la vicepresidenta española enviaba a través de las redes sociales un mensaje de apoyo al comisario europeo, con quien se vio la semana pasada, a la par que denunciaba la «irresponsabilidad» de los populares por su subida de tono contra Bruselas. «El Gobierno va a defender el cumplimiento de la legalidad europea y seguirá trabajando para salvar Doñana. Lamento la irresponsabilidad del PP y su intento de engañar a la sociedad y a las instituciones europeas con el fin de ocultar este atentado medioambiental», tuiteó Ribera.
En las últimas semanas, Bruselas ha expresado su «extrema preocupación» por la ley de regadíos de Doñana y ha insistido en que salvar el humedal es «una prioridad». El Ejecutivo comunitario se ha reunido hasta en cuatro ocasiones con las autoridades españolas y ha llegado a amenazar con sanciones para garantizar que se cumple con la decisión del TJUE que protege el humedal. El alto tribunal con sede en Luxemburgo impuso en 2018 una multa al país por la sobreexplotación del parque.
PSOE y PP se acusan mutuamente de una sequía nunca registrada en España. En su cara a cara con Alberto Núñez Feijóo en el Senado, el presidente del Gobierno acusó al principal partido de la oposición de «atropellar» los recursos hídricos de los españoles. «No hay excusas», dijo Sánchez, llegando a acusar al PP de acudir a Bruselas para conspirar contra los intereses de España con tal de erosionar el Ejecutivo de coalición. Feijóo, en su respuesta acusó al líder socialista de usar Doñana como «un disparadero electoral».
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