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P. de las Heras
Madrid
Miércoles, 4 de octubre 2023, 21:25
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Salvador Illa fue el ganador – en votos– de las catalabas de febrero de 2021, aunque la suma de los partidos independentistas le impidiera gobernar. El exministro de Sanidad impulsó a su partido, el PSC, desde los 16 hasta33 escaños gracias, en parte, a que recuperó a una parte importante del electorado que en 2017 contribuyó a que Ciudadanos se apuntara una victoria tan histórica como inane. Su próxima oportunidad llegará, en principio, en 2025 pero lo que le ocurra puede estar condicionado por cómo se gestione la investidura de Sánchez con los independentistas. Y en el PSOE quieren visibilizar plena «sintonía».
El jefe del Ejecutivo recibió este miércoles en Ferraz al dirigente catalán, después de haber designado por la mañana al comité negociador que intentará amarrar su reelección. Illa no forma, en sentido estricto, parte de ese equipo, pero la dirección del partido insistió en que su líder actuará en «coordinación permanente» con él. El papel del 'primer secretari' exige un equilibrio arriesgado entre el mensaje de «concordia», al que se ha abonado el PSOE para hacer digerible la amnistía al 'procés' como moneda de cambio para que la coalición con Yolanda Díaz eche a andar, y el marcaje al secesionismo.
Hace unos días, PSOEy PSCya ensayaron la estrategia cuando Junts y ERCpromovieron una moción en el Parlament que condiciona la investidura a que se faciliten las condiciones para un referéndum. Los partidos hermanos respondieron con un comunicado que, en la práctica, decía lo que había advertido Illa de viva voz el mismo día: «Por ese camino, no hay avance posible».
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