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Varios hortelanos cuidan sus cultivos en los Huertos Urbanos de Salamanca. Álex López
Los ocho cultivos más populares en los huertos de Salamanca

Los ocho cultivos más populares en los huertos de Salamanca

Tras un recorrido por los huertos urbanos de la capital salmantina y curioseando por otros de la provincia hemos elaborado una lista con las plantas predilectas de los horticultores y algunas de las razones que les hacen decantarse por ellas

Ana Carlos

Salamanca

Domingo, 6 de agosto 2023, 20:22

Comer un tomate cultivado por uno mismo, recién recogido y con solo una pizca de sal es un placer inmenso. El sabor y el aroma enamoran a quien lo prueba. Es fácil que esa sensación se quede instalada en el recuerdo para siempre.

Ahora, en verano, los huertos se convierten en protagonistas para gran cantidad de personas de toda la provincia como lo demuestra el auge de los huertos urbanos de innumerables municipios. Y no podemos olvidar cómo lucen en esta época del año los huertos tradicionales, los jardines en los que se reserva un espacio para hortalizas e incluso las tomateras y fresas que ocupan ventanas y balcones de la ciudad.

Recuperar la costumbre de plantar lo que comemos nos reconecta con los ciclos naturales y con saberes y tradiciones que merecen ser conservados. También ejercita la paciencia, fomenta el consumo responsable y nos proporciona alimentos sanos de cercanía. La elección de los cultivos depende no sólo de lo que se da en la temporada, sino de lo que mejor crece en este clima, del espacio disponible y de los gustos de quien los pone. ¿Y qué es lo que más cultiva la gente en verano en Salamanca? ¿Qué es lo que les atrae de esos productos en concreto?

En nuestro recorrido por los Huertos Urbanos de Salamanca, así como curioseando en otros huertos de distintas localidades de la provincia hemos tomado nota de algunos de los cultivos más frecuentes. Esos de los que más presumen sus propietarios y que afirman que les producen más satisfacciones.

El resultado es esta lista que abre el apetito además de dar pistas y animar a iniciarse en el arte de la horticultura a los indecisos que necesitan un último empujón para poner su propio huerto el próximo verano.

1. Tomates

Son sin duda los reyes de los huertos. La búsqueda de «tomates que saben a tomate» es una de las razones que esgrimen los hortelanos cuando les preguntas por qué los cultivan. Los comprados no saben igual y la razón es que para que tengan el máximo sabor deben ser cultivados en su temporada, sin invernadero y ser recogidos en su punto de maduración. Su cultivo bastante sencillo y muchas personas se atreven a plantarlos incluso en las macetas y jardineras de sus ventanas y balcones. Aunque hay muchas variedades, los cherry son de los más fáciles de cuidar e incluso los niños pueden encargarse de ellos.

2. Calabacines

La abundancia de sus cosechas los hace muy populares. Si tienes un vecino con huerto y mantienes buena relación con él, es fácil que recibas alguno de regalo, porque desde junio hasta octubre las plantas pueden estar produciendo. También es otro cultivo que puede hacerse en un macetón grande y eso hace que cada vez estén más de moda incluso en terrazas. Sus flores (también comestibles y muy apreciadas) pueden ser macho o hembra. Las hembras tienen el pedúnculo ancho y las macho fino. Además, si están abiertas podemos comprobar que las primeras tienen varios estigmas mientras que las segundas solo uno.

3. Pimientos

Morrones, de padrón, italianos o de otras variedades, los pimientos también forman parte de los cultivos favoritos en los huertos salmantinos. No obstante, se trata de una planta algo más exigente que las anteriores. Los contrastes de temperatura del día y la noche les pueden perjudicar, sobre todo al principio. Les conviene una ubicación ligeramente sombreada. Además en ocasiones son presa de plagas de araña roja, araña blanca, mosca blanca, orugas, babosas y caracoles. Sin embargo, una vez cogido el tranquillo es también presenta buenas y sabrosas cosechas. Entre los jóvenes están de moda las variedades muy picantes para elaborar salsas.

4. Fresas

Se adaptan a casi todos los suelos y no son exigentes para adaptarse a las temperaturas. Además se reproducen profusamente mediante estolones, unos tallos aéreos que salen de la propia planta. Por eso es un regalo que podrás recibir si a finales de verano te acercas a algún hortelano que las cultive. En los huertos urbanos de Salamanca, muchas han sido «heredadas» de los anteriores cultivadores de las parcelas, porque tienen la ventaja de que la planta dura unos tres años. Es por eso que se recomienda renovarlas cada dos. Un punto de dulzura perfecto también para iniciar a los niños en los cuidados del huerto.

5. Lechugas

Otro buen cultivo para cualquiera que quiera iniciarse en los huertos urbanos. Es de los más sencillos de cuidar y rápidos en cosecharse. En pocos días desde la siembra se pueden empezar a recoger hojas sin cortar la planta. Así prolongamos la duración de cada planta y podemos comer ensalada durante todo el verano. El truco para su cultivo es que no le falte agua. También mantener a raya a babosas y caracoles.

6. Cebollas

Ingrediente fundamental en la cocina española, no podía faltar en los huertos. Requieren poco espacio, cada 20 centímetros aproximadamente se puede plantar una. Además es interesante ponerlas en asociación con otros cultivos, como tomates, berenjenas, calabacines, fresas o lechugas entre otras. El aroma de las cebollas repele a algunos insectos que atacan a otras plantas, como las moscas de las zanahorias, y de este modo evitan daños en su cultivo. En otros casos, como con las lechugas, el beneficio también tiene que ver con el espacio. Cuando la lechuga esté para recoger y sea retirada, la cebolla estará en un buen momento para terminar de desarrollarse y ocupar más de espacio que queda liberado. En cambio, no se lleva bien con los guisantes y las judías porque juntos crecen con menos fuerza.

7. Judías verdes

Las judías verdes son de esas plantas que no solo se cultivan por la cosecha, sino porque son beneficiosas para enriquecer el suelo. Ayudan a mejorar los suelos pobres o a los que el cultivo de otras hortalizas más exigentes, como los tomates, han extraído muchos nutrientes. Las leguminosas fijan el nitrógeno en el sustrato. Estudiar su ubicación y la del resto de plantas es importante para la planificación y rotación de cultivos que nos permita mantener la biodiversidad y aprovechar al máximo los nutrientes del suelo en años sucesivos. Es buena idea situarlas en bancales o zonas en las que antes ha habido calabazas, berenjena y otras plantas más exigentes.

8. Berenjenas

Finalizamos la lista con las berenjenas. Rellenas, a la plancha, al horno, en tortilla, fritas, en musaca o lasaña, en puré y de muchas formas más, sus posibilidades gastronómicas de hacen que sean muy apreciadas en el huerto y de las hortalizas más consumidas. No se trata de un cultivo difícil, pero requiere ciertas atenciones. Demanda bastante agua, nutrientes y sol, además de espacio para sus raíces y suelo bien drenado. El fruto se recoge antes de que se formen las semillas y pierda propiedades. Una planta puede dar más de 20 berenjenas. Aunque la variedad morada es la más frecuente, la blanca también gana cada vez más adeptos.

Y tú ¿Qué otras hortalizas incluirías en esta lista?

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