Un barrio entero de Salamanca asume el límite 20 para dar paso a las bicis

El Ayuntamiento de Salamanca tiene ya listas las obras para la llegada de las bicicletas al perímetro de la ZBE, que empezarán con un cambio sustancial sobre el proyecto original. Anunciado desde finales de 2022, estaba previsto trazar un nuveo carril bici segregado del tráfico rodado que utilizara parte de aceras y algunas zonas de aparcamiento.

Su trazado previsto unía el final del ramal en Alfonso de Castro para llevar la senda ciclista hasta la calle Bientocadas. Para ello, tendría que cruzar dos avenidas, la de Portugal y la de Mirat, y realizar un complejo recorrido por Maldonado Ocampo, las plazas de Julián Sánchez 'El Charro' y la biblioteca Gabriel y Galán, con varios giros y cruces de calles en una peligrosa yincana. En todo momento, el carril bici estaría separado de los carriles del tráfico de vehículos.

Sin embargo, la idea se ha desestimado en favor de una solución diferente. El motivo, según el expediente, es la progresiva extensión de los límites 20 y 30, las peatonalizaciones y la implantación de la ZBE que ha producido un calmado del tráfico. Si antes se decidía resevar carriles exclusivos para las bicicletas, se constata cada vez menos necesaria esa protección al ciclista cuanto más nos acercamos al centro.

El resultado es que, de entrada, se ha descartado trazar un carril separado para las bicicletas y se ha optado por bajarlas a la calzada. Para ello, se limitará a 20 la velocidad máxima de circulación en toda la zona para acomodarla a las posibilidad de los ciclos. Ese es el propósito del ayuntamiento, que tiene previsto señalizarlo como 'Zona Residencial' en la que la velocidad de los vehículos estará limitada a esos 20 km/h.

Para convertir Labradores a zona residencial y conseguir el calmado del tráfico, se procederá a construir una serie de resaltos en la calzada con cambio de pavimento a adoquín en los puntos de acceso desde avenida de Portugal y Avenida de Mirat. Son los siguientes:

El proyecto mantiene su coste, unos 52.000 euros, y el plazo de ejecución de dos meses. En ese tiempo se hará una obra completamente diferente que se sumará al caso del carril prioritario que se marcó en el primer tramo del paseo de Comuneros donde la velocidad está limitada y la señalización avisa de la presencia de ciclos.

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Ahora, en vez de ir por su carril, las bicicletas circularán por la calzada. Para avisar de la entrada en tramos compartidos se van a pavimentar estos puntos de entrada con adoquinado. Además, se elimina parte del trazado por la calle Echegaray, parcialmente peatonalizada, por el que se había marcado el carril bici. Ahora la circulación se hará, igual que el resto de vehículos, por calle Velarde y García de Quiñones.

Las bicicletas llegarán por aquí hasta la intersección con la avenida de Mirat desde donde se podrá cruzar a la zona peatonal y la ZBE, donde por normativa es obligatorio bajarse de la bici. El punto en el que las sendas ciclistas llegarán por primera vez al centro de Salamanca.