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La desaparición hace meses de todas las alcantarillas de una calle ha dejado uno de los últimos confines de la capital sembrado de peligrosos agujeros a la espera de que se puedan reponer. Mientras eso llega, los vecinos tienen que prestar atención a los conos fluorescentes repartidos para señalizar la falta de los registros, aunque también han desaparecido algunos.
La calle afectada es Fortis y Fortunio, en el barrio de Puente Ladrillo, en los confines de la capital: de hecho, es una de las últimas del término municipal. Hasta allí se fueron los responsables del robo que ha dejado la calle sin las alcantarillas de desagüe. La calle carece de estas tapas en todo el recorrido. En total, falta una veintena.
El robo data de las pasadas navidades. Fue entonces cuando los ladrones desvalijaron la calle para llevarse estas valiosas piezas. El motivo del robo es el valor de las rejillas, que se venden al peso como chatarra: cada una puede pesar entre 15 y 20 kilos y se cotizan. Este tipo de robos han sido frecuentes en localidades del alfoz y ahora en la capital. Reponerlas cuesta unos 150 euros por unidad.
Sin embargo, no se ha hecho y no se han vuelto a instalar. Tras producirse el robo, la Policía Local procedió a colocar los conos para señalizar los lugares donde faltaban ya que su falta es un peligro. Están colocados en cada uno de los lugares donde falta la tapa, a pesar de lo cual, hay que tener mucho cuidado.
Las tapas ausentes están el pie de los aparcamientos de la calle y en la salida de los parking de varios edificios, con el consiguiente riesgo de meter un pie o una rueda en el agujero. La solución definitiva sería reponerlas, pero más de dos meses después del robo no se ha hecho
En poco menos de 10 minutos, la noche del domingo al lunes, pasadas las 12, los vándalos, aunque seguro que ellos se consideran graciosos, la tomaron con las papeleras de una zona concreta del barrio de El Zurguén y arramblaron con cinco papeleras que acabaron por el suelo y con todo los residuos esparcidos alrededor. Además, no debía importarles que se supiera lo que estaban haciendo por el no intentaron disimular el ruido al arrancar las papeleras
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