Un caluroso agosto en Salamanca: siete días sobrepasando el umbral de riesgo y una noche tropical

Agosto comenzaba con el anuncio de una ola de calor y, efectivamente, sólo cuatro días después de que comenzara el mes ya se registraba una máxima que superaba los umbrales de riesgo. En Salamanca, la temperatura considerada perjudicial para la salud está fijada en los 35,3 grados. A partir de este valor, se sobrepasa ese límite de riesgo. En agosto, han sido siete días en los que las máximas han alcanzado e incluso rebasado el margen.

El día que más calor ha hecho corresponde precisamente a la tercera ola de calor del verano, la correspondiente a la primera quincena de agosto. El día 10 se alcanzaban los 39,1 grados y se registraba así el día más caluroso del verano en la capital. A pesar de que las dos primeras semanas en Salamanca han estado marcadas por valores especialmente altos, la segunda quincena dio paso a un mayor respiro. Incluso se bajó de los 30 grados durante varios días consecutivos.

No obstante, a pesar de que los últimos días del mes las temperaturas han ido descendiendo notablemente, la media de las máximas da un resultado aún más alto que el pasado año 2022 -considerado el verano más caluroso en Salamanca de los últimos 700 años-. Hace dos años, la primera quincena fue especialmente dura con hasta doce días consecutivos con valores que superaban el umbral de riesgo. Sin embargo, en la segunda quincena se bajó incluso a los 25 grados de máxima, unos valores que compensaron la media final.

Así, a pesar de que se registraron varias jornadas de calor extremo, también se anotaron máximas por debajo de lo normal para un mes de agosto. Esta realidad es lo que hace que, en lo que a las medias de las máximas -no la media del día-, este año haya sido incluso más tórrido que el de 2022. Así, el promedio de los valores más altos en este agosto de 2024 se sitúa en 33,5 grados mientras que hace dos años la media fue de 33,3 grados.

Con temperaturas tan altas durante el día obligaban a noches en la capital salmantina donde ni siquiera la ventana abierta daba un respiro. Durante tres noches consecutivas -coincidiendo con esa ola de calor anteriormente mencionada- los valores mínimos rozaron los 20 grados aunque no los alcanzaron hasta el 12 de agosto donde se vivió la primera y única noche tropical de agosto. En julio, también se registró tan sólo una noche tropical cuando los termómetros no bajaron de los 20 grados.

Una de las causas del aumento de las mínimas es la crisis climática. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, en España la temperatura ha subido más de un grado y en las zonas bañadas por el Mediterráneo lo ha hecho un grado y unas décimas más. Otro de los factores que potencia esta problemática es la construcción de las ciudades y la falta de espacios verdes. Dos aspectos que ayudan a que el termómetro no baje.

Una radiografía sobre la climatología en este mes de agosto en Salamanca que deja una realidad innegable: las máximas cada vez son más altas -y peligrosas según el Ministerio de Sanidad- y las noches en las que el termómetro no baja de los 20 grados son y serán, como aseguran los expertos, cada vez más habituales.

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