La cara factura que pagará el Ayuntamiento de Salamanca por el peral que aplastó un coche

Los destrozos en un coche por la caída de una gran rama de árbol que estaba para cortar le van a costar más de 3.000 euros al Ayuntamiento de Salamanca que tendrá que indemnizar a la propietaria del vehículo, que sufrió la rotura del cristal posterior y numerosos golpes en carrocería. El árbol, un peral de flor, sufría deterioro en la unión de la rama y el tronco y semanas después fue propuesto para su corta.

El asunto, que se analiza esta semana en la comisión de Hacienda y Régimen Interior, la competente para este tipo de reclamaciones, arranca en julio de 2024 cuando un coche aparcado en la calle Asturias sufre el impacto de la rama de un árbol. El desprendimiento se produce en un día sin condiciones climatológicas adversas.

Como resultado de la caída de una gran rama del ejemplar, el coche sufre importantes daños en su carrocería, la rotura de la luneta posterior y numerosos abollones. El incidente obligó a cortar la calle y llamar a los Bomberos para retirar los restos del árbol.

Posteriormente, la aseguradora del vehículo reclamó al ayuntamiento la cuantía de la reparación; la factura por su arreglo se eleva a 3.132 euros incluyendo piezas, reparación de chapa y pintura.

Según el informe de medio ambiente, el fallo producido consiste en la «caída de un eje de orden 2, de un peral del flor (Pyrus calleriana)», una especie «susceptible a fallos de ramas por uniones pobres y corteza incluida». Es decir, fue una caída por un falle estructural del árbol, no concurría ninguna otra circunstancia como pudiera ser un temporal de viento.

La concesionaria de parques y jardines, requerida para el expediente, ha alegado que la elección y plantación de los ejemplares de «peral de flor» son anteriores a su entrada en la gestión del servicio, limitándose su actuación a las labores de mantenimiento.

Además, añade que semanas después, el 18 de octubre, se ordenó por parte del Ayuntamiento de Salamanca la tala del ejemplar en cuestión junto con otros once árboles del mismo género ubicados en el mismo barrio, al haberse observado por los técnicos municipales los problemas estructurales que pueden provocar ese tipo de ejemplares.

En su resolución, el ayuntamiento reconoce que la concesionaria no tiene nada que ver y asume el pago de la indemnización, en dos partes, a la aseguradora del coche y a la titular, que asumió una parte en forma de franquicia. El coste se cargó a la póliza de seguros que tiene el ayuntamiento de Salamanca para cubrir estos casos.

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