Conflicto de las ambulancias: «Pretendemos que la empresa se siente con nosotros y respete los acuerdos»
Javier Suárez, portavoz del Comité de Empresa de Emersan, desgrana las razones de la huelga de los profesionales de las ambulancias en Salamanca y explica sus reclamaciones y futuro del paro
Llevaban ya un tiempo reclamándolo y protestando por ello, pero la paciencia de los profesionales de las ambulancias de Salamanca llegó a su límite hace casi un mes. Los trabajadores del sector decidieron ponerse en huelga y convocar jornadas de paros y concentraciones para exigir que la concesionaria del transporte sanitario de Salamanca no «recortara sus derechos» con la entrada de un nuevo contrato. Unos días de demandas que no fueron del todo atendidas y que les obligó a encerrarse en las oficinas y hacer indefinida esta reivindicación. «Pretendemos que la empresa se siente con nosotros, respete los acuerdos y nos escuche», declara Javier Suárez, portavoz del Comité de Empresa de Emersan, explicando que este es el punto principal que pretenden alcanzar por ahora.
Todo comenzó, según Comité de Empresa de UTE Emersan 2022 del grupo HTGroup, cuando con el «intento de la concesionaria del transporte sanitario de Salamanca de recortar derechos» de los trabajadores que «tienen afianzados desde el 2003» con la entrada del nuevo contrato (además de otro asuntos como de la compañía adjudicataria de comenzar un nuevo concurso). Unas intenciones que no compartían los trabajadores por lo que, como manifiesta Suárez, se reunieron con la empresa en un SERLA para que esta no eliminara las mejoras frente al convenio, alegando esta «razones administrativas» para llevarlo a cabo. Sin embargo, no llegaron a un acuerdo porque «la empresa se negó», aún ofreciéndoles alternativas para que «esas razones administrativas no fueran un impedimento para mantener esos derechos adquiridos pero no las aceptaron».
«Desde hace unos 10-12 días no sabemos nada de la empresa, no hay voluntad de negociar»
Javier Suárez
Portavoz del Comité de Empresa de Emersan
A partir de ahí derivaron las medidas de presión como los encierros y las convocatorias de paros, expresa el portavoz, que sentencia que «desde hace unos 10-12 días no sabemos nada de la empresa, no hay voluntad de negociar, al revés, sólo hacen que calentar más la situación poniendo a los profesionales en situaciones muy comprometidas». Un periodo con unas fechas iniciales de «mucha tensión» en el que las reuniones que tuvieron lugar (en el primer día de encierro) se saldaron con «mínima voluntad negociadora» por parte de la concesionaria, siempre «pendiendo sobre nosotros la posibilidad de perder esos derechos o sin garantizar otros asociados», narra Javier Suárez que, no obstante se muestra satisfecho por la «unión y el apoyo que existe en la plantilla de la empresa que no se había dado hasta ahora», lo «único positivo» hasta el momento.
El encierro
La decisión más sacrificada para intentar influir en la concesionaria por parte de los trabajadores ha sido encerrarse en las oficinas de la compañía. Un encierro que ya va para las más de dos semanas y que surgió en una reunión del Comité después de ver que la compañía no estaba en pro de negociar de «buena fe», contando con el apoyo de los trabajadores, según las palabras de Suárez. Una situación que abandonan sólo para hacer las guardias que les toca y que mantendrán hasta que «la empresa se digne a hablar con el Comité».
Servicios mínimos del 100 por 100
El Comité ha criticado la imposición de la concesionaria de que en huelga oblige a todo el personal a dar servicios mínimos del 100 por 100, «incumpliendo lo que la Consejería exige». Una tesitura de compaginar la huelga con el realizar este servicio esencial que el portavoz aprecia como «complicada» porque la «totalidad de la plantilla acude a trabajar», pero a la que están «acostumbrados» y les limita a la hora de ejercer su derecho a la huelga. Asimismo, proclama que estos parones no merman la asistencia sanitaria que pudiera necesitar la población y requiere más personal en determinados puestos como los preventivos en espectáculos taurinos o carreras populares.
El futuro
Para finalizar, Javier Suárez describe que los siguientes pasos que darán son «mantener la huelga indefinida» y valorar «día a día» medidas de acción para forzar a la empresa a que «simplemente se siente con nosotros» y desencallar una situación que «no beneficia a nadie», tanto a los trabajadores (de los que algunos llevan mucho tiempo con el salario congelado) como al resto de la población que sufrirá una «merma» en el servicio.