El día después del asalto: muchos desperfectos y en busca de los autores

El día después del asalto a la sede de la Junta en Salamanca por parte de decenas de ganaderos en una protesta del sector ha sido el de la evaluación de daños y la búsqueda de culpables. De los primeros, habrá que cambiar los cristales de la puerta giratoria de acceso y, sobre los segundos, se intenta ya localizar a los protagonistas de los incidentes, que se enfrentan a penas por delitos tan graves como atentado a la autoridad.

La peor parte se la llevaron las puertas de acceso. La entrada al edificio de Príncipe de Vergara se hace por una triple puerta, con dos hojas, una de entrada y otra de salida, y una puerta giratoria. En todos los casos, son de acero y paneles de cristal.

Una de las hojas de la puerta giratoria recibió un fuerte impacto y esta mañana era bien visible el boquete. Habrá que cambiarla. Durante largas horas, aguantó la tensión entre manifestantes y fuerzas del orden público y se llevó la peor parte. En aquel angosto lugar, apenas unos metros cuadrados, los agentes tuvieron que resistir y actuar cuando un nutrido grupo intentó acceder al interior.

También habrá que limpiar la fachada, que ha recibido impactos de huevos y de pintura, tanto en la entrada como en los cristales de los pisos superiores que dan a la explanada de acceso. Esta mañana ya había alguna máquina limpiando la zona. En el interior, se llegó a retirar mobiliario del hall que hubo que recolocar.

Además, se ha iniciado el proceso para localizar a los elementos más exaltados que protagonizaron el asalto. Aunque no llegaron a penetrar en el edificio, sí que lo intentaron y en el proceso nueve agentes de la Policía Nacional resultaron heridos.

En principio, la algarada terminó con un solo detenido que ya ha pasado a disposición judicial, pero se está intentando identificar a los miembros más activos de este suceso, que se enfrentarían a importantes multas por lo ocurrido. Para ello, se están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad. Los identificados pueden ser acusados por desórdenes públicos o agresión a agente de la autoridad, delitos penados con entre 6 meses y tres años de cárcel.

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