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Un mismo problema, dos soluciones y un presupuesto que será elevado. El proyecto para convertir en accesibles las antiguas escaleras de La Riojana en la Gran Vía sigue dando pasos y ahora contempla dos posibles diseños tras presentar el grupo municipal Vox el suyo que confrontará con el del equipo de Gobierno, con soluciones que espera sean tenidas en cuenta.
El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca, Ignacio Rivas, ha dado a conocer en detalle la solución arquitectónica que plantea su grupo. Ha sido encargada a técnicos en urbanismo y arquitectura y consiste en un ascensor y una pasarela que salvan la diferencia de altura entre la Gran Vía y calle Asadería.
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El problema son los 30 escalones que separan el nivel de la Gran Vía y esta plazuela a mitad de camino entre la gran arteria y la plaza de San Cristóbal. El elevador se tomará en Gran Vía y los usuarios se bajarán a la altura de Doña Petronila, la calle sin salida a la izquierda según subimos.
Para salvar ese desnivel, Vox plantea construir una nueva estructura compuesta por un ascensor y una pasarela. El ascensor se colocaría en el lado izquierdo de la escalinata, donde ya se han hecho catas arqueológicas hace unos días. La puerta del ascensor estaría orientada hacia los soportales para albergar posibles colas y contaría con una pequeña cubierta.
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Ese ascensor estaría recubierto imitando el aspecto de los edificios de la zona. El primer zócalo iría en granito y, a partir de una altura, en piedra de Villamayor. Se respetaría la actual balaustrada. Los viajeros se pararían en un punto al nivel de Asadería y la alcanzarían transitando por una pasarela que sobrevuela las escaleras.
Desde Vox, su portavoz plantea que el ayuntamiento recoja sus propuestas para incorporarlas, aunque no tiene grandes esperanzas de conseguirlo. Y es que el proyecto del grupo municipal tiene una gran diferencia con el primer boceto municipal: la zona ajardinada.
Una primera versión enseñada ya a los vecinos por técnicos municipales incluye parterres laterales y otros materiales como el cristal para construir el ascensor, aunque sí comparten la solución de la pasarela final. Según Vox, el elevador es la parte más cara del proyecto, pero la propuesta municipal tendría el problema del coste de mantenimiento de la zona verde asociada.
El proyecto está todavía en elaboración y no se desvelará en su formato final hasta que no se licite el contrato para construirlo, afirman fuentes municipales. No obstante, la solución adoptada sería similar a otras ciudades, con estructura metálica y un ascensor panorámico, en cristal.
En el entorno hay edificios protegidos, como el propio de Gran Vía 57, cuya fachada da a las escaleras; o el que ocupaba Educación, en Gran Vía 53, con lo que no encajaría que el ascensor ocultara esta construcción y empobreciera el entorno. Eso da una idea de otro de los retos, que será definir un proyecto que logre integrarlo en el entorno de manera correcta.
Con este ascensor, la conexión peatonal entre la Gran Vía y el paseo de Canalejas será plenamente accesible a través de las calles Asadería, Pinto, plaza de San Cristóbal, Bodegones y Grillo. Esta actuación complementa la que se realizó en las escaleras que existen entre la calles Asadería y Pinto, que incorporaron una rampa, y las que comunican la plaza de San Cristóbal con la calle Bodegones, donde se construyeron sendas pasarelas.
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