Borrar
El Castillo del Buen Amor cuando era un almacén agrícola Castillodelbuenamor
El fantasma de la «Dama Blanca» y otros fenómenos paranormales en el castillo del «Buen Amor»
Expedientes X salmantinos

El fantasma de la «Dama Blanca» y otros fenómenos paranormales en el castillo del «Buen Amor»

El castillo del «Buen Amor», ubicado en la provincia salmantina, cuenta con numerosos testimonios que hablan de visiones y fenómenos paranormales de diferente índole

María Rivas

Salamanca

Domingo, 22 de octubre 2023

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

«Los fantasmas existen. Eso lo sé. Hay cosas que los atan a un lugar como nos atan a nosotros. Algunos se mantienen atados a un terreno. A un tiempo y una fecha. A sangre derramada. A un crimen espantoso. Pero hay otros que se aferran a una emoción. A un impulso. A una pérdida. A la venganza. O al amor. Esos nunca se van.»

Aunque esta narración es sacada de la película «La Cumbre Escarlata», poco tiene de ficción. Hay lugares mágicos, enclaves en los que las historias que allí han acontecido, o sus recuerdos, han quedado encerradas entre sus muros y permanecen imperturbables al paso del tiempo.

Uno de esos lugares donde la historia sigue viva y latente, se encuentra en la provincia de Salamanca.

El nido de amor del Obispo de Ávila y Doña Teresa que siglos después ardió

Conocido popularmente como «El castillo del Buen Amor», fue propiedad de los Reyes Católicos allá por el siglo XV. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón usaron este enclave como lugar de abasto para sus tropas poco antes de la toma de Toro, acaecida durante la Guerra de Sucesión que enfrentó a la propia Isabel contra Juana la Beltraneja.

En 1478 el obispo de Ávila , Alonso de Fonseca y Quijada, se convirtió en el nuevo propietario del castillo, transformándolo en un palacio que haría las veces de casa señorial con el objetivo de instalarse allí con su amante, Teresa de las Cuevas. De esta relación, detonante de habladurías provenientes de toda alcurnia, resultaron varios hijos.

El primogénito de la pareja, Gutierre, fue legitimado por los propios Reyes Católicos y se convirtió en el primer dueño y Señor de Villanueva de Cañedo. Sin embargo el «nido de amor» de Don Alonso y Doña Teresa quedó abandonado tras la muerte de ambos y, durante siglos, fue usado a modo de almacén agrícola.

Como consecuencia del abandono, el castillo fue castigado por el paso del tiempo y algunos de los vecinos de los lugares colindantes llegaron, incluso, a coger piedras del castillo para edificar sus propios domicilios; para más inri, en 1903 el castillo del Buen Amor fue azotado por un incendio que destruyó los artesonados del piso superior.

Cincuenta y cinco años después de aquel capítulo negro, la familia hotelera Fernández de Trocóniz restauró el castillo pero no fue hasta 2003 cuando finalmente se convitrtió en lugar de hospedaje.

¿Quién llamaba desde la habitación número 8?

Los sucesos paranormales acaecidos entre los muros del castillo del Buen Amor son variopintos y de diferente índole. Una de las historias más perturbadoras ocurrió durante dos noches seguidas cuando, desde la habitación número 8, se realizaron varias llamadas.

Los recepcionistas que se encontraban trabajando la noche en la que se produjo la primera llamada comprobaron , perplejos, que en ese preciso momento no había inquilino alguno ocupando esa habitación.

Entoces, ¿Quién estaba llamando?

Al día siguiente de que tuviera lugar el inquietante suceso, los dos recepecionistas comentaron al resto del personal del hotel lo ocurrido, lo que provocó mofas, burlas, bromas y chanzas. Sin embargo, el miedo en los dos empleados era palpable y otro de sus compañeros, con el objetivo de tranquilizarlos, desenchufó la línea telefónica de la habitación número 8. Sin embargo, esto, de poco sirvió.

En torno a las 5 de la mañana, tal y como relata a este medio Sara Pablos, actual trabajadora del hotel, volvió a ocurrir; se produjo una llamada desde la habitación número 8. La habitación seguía estando vacía.

Castillo del Buen Amor en la actualidad Castillodelbuenamor

La Dama Blanca

Sara Pablos narra también el testimonio de un cliente que comunicó al personal del hotel que había visto a una mujer ataviada con un vestido blanco cepillándose una larga cabellera en uno de los torreones del castillo; para sorpresa del inquilino y del personal del hotel, en el momento en que se produjo la visión no había nadie alojado en la habitación correspondiente a ese torreón.

En otra ocasión, otros dos clientes del hotel manifestaron a los empleados del mismo que en una escalera estrecha que hay en el pasadizo, construido para Teresa de las Cuevas, notaron la presencia de una mujer al escuchar una voz femenina entonar canciones antiguas; en el momento en el que se produjo este hecho, ambos clientes estaban solos en el pasadizo.

Pablos confirma que, al final, «siempre se tienen en cuenta todas las energías que hay, porque desde el siglo XI sabes que puede haber una energía diferente».

Otras fuentes recogen, además, otra serie de fenómenos paranormales, desde el ruido de cadenas arrastrándose hasta fuertes y molestos golpes en las paredes.

La historia de la Dama Blanca y el resto del elenco de fenómenos paranormales llegaron hace años a oídos del Grupo Hepta, el grupo español por excelencia en lo referido a la investigación de este tipo de fenómenos vinculados a la parapsicología.

Tras varias jornadas de investigación, la conclusión a la que llegó del grupo Hepta corroboró la presencia de una Dama Blanca, una figura espectral femenina que recorre las estancias del castillo a modo de penitencia; ahora bien, ¿quién es esta mujer? Nada se sabe.

Aunque desde el propio personal del hotel aseguran que tras la pandemia no ha vuelto a ocurrir ningún fenómeno calificable de paranormal, no se puede perder nunca la perspectiva de que el misterio es caprichoso y aparece cuando le viene en gana.

Quién sabe, quizá la Dama Blanca siga entonando sus melodías solo para aquel que quiera escucharlas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios