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Urgente Jesús del Vía Crucis tampoco logra salir de la Catedral
Francisco Ballesteros, Hermano Mayor, delante de la Dolorosa.

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Francisco Ballesteros, Hermano Mayor, delante de la Dolorosa. Álex López

Francisco Ballesteros, Hermano Mayor

Cofradía Vera Cruz de Salamanca

«La gente descubrió que se podía ir de vacaciones, que había más cosas que la Semana Santa»

La Vera Cruz centra sus estrenos en la Virgen de la Amargura y mira con positividad la tarde del Viernes Santo

Álex López

Salamanca

Viernes, 31 de marzo 2023, 19:05

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Raíz, origen, hilo conductor y el principio y el fin de Semana Santa. La Vera Cruz, la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción de la Virgen, su Madre, abrió hace más de quinientos años el camino de lo que son ahora dieciocho cofradías, hermandades y congregaciones. En la tarde de este Viernes de Dolores, la pequeña iglesia del Campo de San Francisco abrirá sus puertas para iniciar, con el tradicional Vía Matrix de La Dolorosa, los cortejos procesionales que recorrerán las calles de Salamanca hasta el próximo 9 de abril, Domingo de Resurrección, momento en el que la propia Vera Cruz de por finalizada la Semana Santa con la procesión del Encuentro.

La mencionada virgen de los siete dolores clavados en el corazón, el «Culo colorao», el «Boca ratonera», el «Nazareno chico», los cardos del Cristo de los Doctrinos, las Tres Marías… Sobrenombres populares de un inmenso ajuar imaginero y cofrade cuya mayor joya y tesoro es el Lignum Crucis, guardando en su interior la reliquia de la cruz. En la tarde del Viernes Santo, realiza el Descendimiento y la posterior Procesión del Santo Entierro, ambos actos con más de cuatrocientos años de historia.

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Asomarse a la capilla de la Vera Cruz es asomarse a la Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, a la Semana Santa. Desde hace unos años, la cofradía mantiene expuestas todas sus imágenes en la que es su sede. Pasos como el de «Los Azotes», «La Caña» y «La Caída» ya están montados, algunos sobre las ruedas que necesitarán para poder salir a la calle. Junto a Francisco Ballesteros, Hermano mayor, observamos la Dolorosa y al Cristo de los Doctrinos, al que todavía le faltan por poner los característicos cardos que lleva a los pies.

Francisco hace balance del año, contento por las nuevas altas y la recuperación de hermanos, aunque no solucionen los problemas de carga: «El balance va siendo positivo, porque se han recuperado bastantes nuevas altas, pero tiene una parte más negativa, que es que las nuevas altas son gente bastante joven, son niños o gente un poco mayor, entonces las cargas todavía se resienten. No hay suficiente gente para poder portar los pasos como se debiera. Entonces, tenemos una cara A y una cara B, pero, en resumidas cuentas, el número de hermanos ha aumentado en unos 30 o 35, me parece».

«La Virgen de la Amargura estrena una saya nueva, el manto y más sorpresas»

La Vera Cruz centra sus novedades en Nuestra Señora de la Amargura, titular mariana que procesiona tras el Cristo de los Doctrinos el Lunes Santo: «La principal novedad es para el Lunes Santo, que a la Virgen de la Amargura una serie de cofrades le han hecho una serie de donativos. Va a cambiar tanto la vestimenta de la imagen como la estética del paso. Tiene un periodo de adaptación de unos dos años. Este va a estrenar una saya nueva, el manto, aunque sin bordar, y en cuanto a la estética del paso la dejamos como la sorpresa del Lunes Santo. Los demás cortejos siguen, más o menos, en la misma línea, sin grandes cambios».

Siendo la cofradía que más pasos pone en la calle, Francisco nos valora el recorrido conjunto planteado para este año y hacia dónde se encamina la tarde del Viernes Santo: «Es una iniciativa que la vemos positiva. Antes de esto, estábamos cada uno por una calle y era un poco caótico, sobre todo para la gente que lo quería ver, que iba corriendo de un lado a otro, se cruzaban las calles, tenía que esperar una procesión por otra… Si este Viernes sale bien, lo veo positivo. El principal hándicap es ajustar el horario. Que vayamos todos como un reloj para poder pasar y transitar por la calle de la Rúa uno detrás de otro».

Hasta la Vera Cruz iban hace años el resto de procesiones para conformar la Procesión General del Santo Entierro, ¿se podrá recuperar algún año?: «Tal y como era, yo creo que es difícil. Puede haber algo parecido, como el intento de este año, pero que sea como hace ya bastantes años es difícil. Lo único, que luego se ordenen de una manera, se ordenen de otra, pero vamos a ver qué es lo que pasa y cómo sucede este año y qué acogida tiene en la calle».

Buenas previsiones

A diferencia de los más supersticiosos, se atreve darnos el parte meteorológico: «Las previsiones no son malas. El Domingo de Ramos soleado, como todos los años. El Viernes de Dolores amenaza un poquito de lluvia, como también suele pasar. Parece que se apodera el anticiclón, por lo menos, hasta el miércoles. Previsión de mucha lluvia yo creo que no. Crucemos los dedos y que no nos pase como el año pasado, que las dos primeras (Viernes de Dolores y Lunes Santo) nos tuvimos que quedar en casa y después salimos el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección. Pero creo que este año el tiempo va a ir bastante bien. Luego, esperemos que todo salga bien. Que los hermanos acudan, cada uno a su puesto, y sobre todo la participación. Esperemos se haya pasado ya el miedo del COVID y los contagios y que la participación este año sea mucho mayor que la del año pasado».

Respecto a esos problemas de participación, preguntamos si existían antes de la pandemia y si lo que hizo ese parón fue agravarlos: «Fue un punto de inflexión. Dos años seguidos sin procesiones. Yo creo que la gente descubrió que se podía ir de vacaciones, que había otras cosas más que la Semana Santa. Ya depende un poco de cómo nos planteemos el volverlos a recuperar y que vuelvan a como era antes. Esperemos que la prueba de fuego de este año, que yo creo que está al cien por cien normalizado, la podamos superar con éxito y que la gente vuelva a vivir lo que era la Semana Santa, sobre todo dentro de las cofradías».

El sentimiento y la tradición como deseo: «Que salga todo muy bien, que la gente acuda a la cofradía y que veamos en la calle unos desfiles muy bonitos y con mucho sentimiento. Que la gente vuelva a sentir los pasos y vuelva a recuperar las tradiciones que teníamos. Y que lo disfruten, tanto nosotros como el resto de las cofradías».

Arañarle minutos al Descendimiento

La Cofradía de la Vera Cruz buscará agilizar el acto del Descendimiento para ganar algo de tiempo en un horario en el que queda poco margen de error. La cofradía tiene que llevar a cabo después la compleja organización de un cortejo con siete pasos que subirán la calle Compañía y pasarán por Libreros y Calderón de la Barca antes de girar dirección la Rúa Mayor, por la que pasarán las cuatro cofradías y congregaciones de la tarde del Viernes Santo.

Una vez consultadas las cuatro conformantes de la tarde del Viernes Santo Salmantino, se llega a la conclusión de la necesidad de un acuerdo por el bien de la imagen de las dos cofradías y dos congregaciones (Vera Cruz, Oración en el Huerto, Rescatado y Nazareno). Están de acuerdo en que esta primera solución será beneficiosa especialmente para el público, que no se verá envuelto en un caos. Y que es el primer paso, si funciona, hacia recuperar parte del Viernes Santo antiguo, coincidiendo también las cuatro en lo difícil, o casi imposible, de la recuperación de la Procesión General del Santo Entierro tal y como llegó a ser.

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