La Gran Vía de Salamanca volverá a estar completa: el edificio desmontado piedra a piedra que dejó un solar vacío
Fomento analiza la modificación de la ficha de protección del número 63 que fue demolido y guardado pieza a pieza hace más de 40 años para permitir una nueva construcción: falta saber si respetará el aspecto que tenía
Ha sido durante años un solar vacío, abandonado mucho tiempo, mínimamente adecentado, en la calle más monumental de Salamanca. Un lunar en la historia con mayúsculas de la arquitectura de la ciudad que está a punto de ser borrado con un viaje atrás en el tiempo de los que se ven pocos. El número 63 de la Gran Vía volverá a tener un edificio, aunque el original está guardado piedra a piedra en un almacén y no es la primera opción que se baraja.
La comisión informativa de Fomento somete la semana que viene a aprobación inicial el estudio de detalle para modificar la ficha 580 del catálogo de edificios protegidos del Ayuntamiento de Salamanca. Corresponde con el edificio que había en Gran Vía, 63 que fue demolido hace más de 40 años cuando era uno de los originales de la avenida.
El edificio, de principios del siglo XX, fue derribado, pero guardado piedra a piedra, numerando cada una de ellas, para conservarlo en un almacén de forma correcta y segura. Perteneciente al eclecticismo tardío con rasgos modernistas, su valor reside en que fue uno de los que caracterizó la Gran Vía cuando se construyó hace más de 80 años para convertirse en principal eje vial del tráfico en el centro.
El edificio formaba parte de un tramo de casas diseñadas en 1919 por el arquitecto Santiago Madrigal por encargo de la sociedad Perera-Jiménez y concluídas es 1923. El grupo corresponde totalmente con el trazado actual de la Gran Vía y, de esta línea de edificaciones, la que más sobrevivió fue la que ocupó el número 63.
El edificio tuvo mucha vida y se despidió como sede de dos locales de ocio nocturno muy famosos: allí estuvieron sucesivamente instalados, como últimos inquilinos, los bares de copas «El Balcón» y «Koalas».
Qué se va a hacer
Según la ficha municipal, el edificio fue declarado en ruina y se concedió permiso de desmontaje de fachada en unas condiciones concretas. Se exigió que se hiciera una planimetría detallada, con numeración completa de todos los elementos y un proceso de levantamiento del paramento controlado para llevar todas las piezas del puzle a un lugar de almacenamiento con el compromiso de que estuviera protegido.
En la ficha se indican también las condiciones en las que podría volver a levantarse el edificio. Se pueden hacer tres plantas en primera línea y una caurta retranqueada. A partir de la coronación del edificio catalogado podrá edificarse una planta más con un retranqueo de tres metros.
Sin embargo, la fachada deberá reconstruirse con estricta repetición dimensional de la original, incluyendo algunos huecos de su planta baja. La Planta baja quedará diáfana y trasitable para dar continuidad a los soportales laterales con su mismo fondo, ya que los edificios que lo rodean cuentan con los característicos soportales del lado oeste de la Gran Vía.
Lo que ocurre es que la comisión informativa va a tratar el cambio de la ficha y de las condiciones que se establecieron para una futura reconstrucción. El edificio original está protegido y, si no se modifica su ficha, no podría hacerse nada que no estuviera indicado.
