Las historias que construyeron el Clínico reviven en forma de arte en el nuevo Hospital de Salamanca
Una muestra de esculturas y pinturas realizadas por estudiantes del primer ciclo de la Facultad de Bellas Artes de la USAL decora el hall del Hospital Universitario
¿Quién se acuerda del antiguo edifico del Hospital Clínico de Salamanca?
¿Qué historias quedaron sepultadas bajo las piedras de un edificio que formaba parte del decorado de la ciudad Patrimonio de la Humanidad?
La nueva exposición que preside el hall del (valga la redundancia) nuevo Complejo Asistencial de Salamanca pretende reflejar la huella temporal que ha marcado el pasado del antiguo al presente edificio. Una huella cargada de vidas humanas; sanitarios, pacientes y familiares; de momentos e hitos históricos; reflejados en el trabajo artístico de los alumnos de la Escuela de Bellas Artes.
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'La sala de espera', el 'Tintineo', la 'Velocidad' o 'Dar vida', son algunos de los títulos de estas obras que pretenden reflejar la entrega y vocación de los miembros del personal sanitario, y juegan con el ojo del espectador en un ejercicio de «memoria natural», a través de volúmenes fragmentados y colores «entre la luz y la ruina».
En un óleo se lee: «Un lugar que parece estar traído de la imaginación de un niño. Dentro de una cálida sala de espera lo primero que encuentras al mirar por los grandes ventanales del hospital es una explosión seguida de calma, unos edificios modernos y estables acompañados de una escena cotidiana de su interior».
«La esencia no ha desaparecido, ha emigrado a la cabeza y corazón de los lugareños salmantinos»
Una de las artistas, Carmen Martín Fernández, titula su lienzo 'Recuerdos vividos', en el que se aprecia el antiguo hospital ya desaparecido. «Su esencia, alma y las miles de historias que guardan sus paredes no han desaparecido», explica, «solo han emigrado a la cabeza y corazón de los lugareños salmantinos».
Entre cuadros sobresale una arquitectura que simula un árbol, donde de cada hilo-rama, cuelga, sujeto por pinzas de la ropa, una figura de papel blanco. 'Ecos de madera', se llama. Una figura que representa «el crecimiento y la evolución del Hospital Universitario, integrando su estructura una serie de elementos que forman parte de la identidad del centro, evocando renovación, apoyo comunitario y esperanza».
Las hojas de papel actúan como el pequeño lugar donde pacientes, familiares y visitantes pueden escribir mensajes y pensamientos. «La participación hace a la obra crecer y se transforma continuamente, convirtiéndose en un espacio de unión que demuestra cómo, a partir de pequeñas aportaciones, puede surgir algo hermoso y compartido».
Natalia Salas, Irene Ruíz y Sara Suárez son sus creadoras.
La participación de la Escuela de Bellas Artes
«Todo es agradecimiento». Carmen Rodríguez Pajares, directora gerente del Complejo, elogiaba la labor del grupo de trabajo, dirigido por los profesores, Aquilino González Barrio y Juan Sebastián González quienes, a su vez, destacaban la creatividad y el buen hacer de sus pupilos.
«Este es el verdadero examen, no las notas que se ponen en el aula, sino que salgan a la calle, la crítica del espectador y la de ellos mismos. Es un honor poder sacar sus trabajos al espacio público», reconocían los tutores.
Los estudiantes, por su parte y siendo muchos de ellos de fuera de Salamanca, encontraron inspiración en diferentes 'musas', unos en las personas, otros en los profesionales y otros en la misma arquitectura. Lorena se centró en el «cariño» que se transmite dentro de las paredes de un hospital, todo ello a través de un color «tierra» capaz de representar, tanto las ruinas del antiguo Hospital como la nueva edificación actual.
Ángeles Vilavert, Danna Seifertt y Dani García crearon otra obra basándose en el Clínico como pilar para la construcción del nuevo Hospital. «Es decir, aunque sea nuevo se basa en algo antiguo y con mucha historia», explica Ángeles. En concreto su base de creación fue el cómo ha cambiado el Hospital de la ciudad y se sigue reflejando la esencia del antiguo.