Un invierno cambiante termina en Salamanca con un récord de calor de 1955

Un nuevo invierno cálido, y van varios seguidos, afronta su recta final en una semana en la que volveremos a ver los 20 grados de máxima tras el paso de las borrascas que han dejado frío, nieve y carreteras cerradas en Salamanca. En la provincia, la estación que se despide el 20 de marzo se ha caracterizado por temperaturas muy suaves, impropias de la época.

Según el balance presentado por Aemet para Castilla y León, la región cierra el tercer invierno más cálido desde el año 1961. Los seis últimos han sido los seis más cálidos desde que hay datos. En el caso de Salamanca, se ejemplifica en un registro concreto del mes de enero.

El día 16 de enero la estación meteorológica de Matacán registraba la temperatura mínima más alta de su historia. Los termómetros se quedaron en 11,3 grados, un valor más propio de primavera o verano; el récord anterior para este mes era de 10,8 °C el día 12 de enero de 1955.

Durante todo el mes de enero se sucedieron los récord de máximas más elevadas en las estaciones de toda la comunidad, hasta el punto de que Soria y Ávila, acostumbradas al frío, marcaron máximas de 20,8 grados. El mes de enero ha sido el más cálido desde que hay registros en Avila, Segovia y Soria.

La estación ha sido muy cálida para los estándares invernales, normal en precipitaciones y se ha caracterizado por la alternancia de episodios cálidos (más intensos y duraderos) y fríos (menos intensos) con cambios muy bruscos.

Además, los meses de diciembre, enero y febrero han registrado el paso de media docena de borrascas de alto impacto a las que hay que sumar las varias consecutivas de este comienzo de marzo. Eso ha dejado importantes precipitaciones, un 5% más altas de lo habitual en la estación de medida de Salamanca capital.

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