
Javier Sierra
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Javier Sierra
Dicen aquellos que han forjado su vida en torno al misterio y su estudio que, para dedicarse a ello, hay que llevarlo en la sangre.
Javier Sierra (Teruel, 1971) es una de esas «rara avis» que, desde la más tierna infancia, supo que quería ser 'periodista de OVNIs'. Abanderado de la curiosidad y el optimismo, Sierra ha tejido toda una carrera profesional plagada de éxitos alrededor de aquello que le lleva emocionando y apasionando desde que era un catecúmeno: los grandes enigmas.
- ¿Cómo llega el misterio a tu vida?
Yo creo que la palabra clave en mi vida es «curiosidad» porque a partir de ahí, comienza a desarrollarse mi universo intelectual.
A mi madre le gustaba mucho leer y cuando yo me convertí desde muy pequeño en un bebé preguntón, a ella le fascinaba y me invitaba a que si ella no tenía la respuesta, la buscáramos los dos.
Cuando yo tenía 8 años, la biblioteca de Teruel abrió una sección infantil y yo, curiosamente, fui el niño número 8 que se sacó el carnet. Para mí, descubrir la biblioteca fue como si me abrieran las puertas del cielo…
Poco a poco, comencé a leer libros que se escapaban de la literatura convencional y un día cayó en mis manos «Recuerdos del Futuro», de Eryck Von Daniken y, entonces, fui consciente de que lo que me estaban enseñando en catequesis tenía una interpretación totalmente diferente. De repente supe que el libro primero de Ezequiel narra un avistamiento OVNI.
Fascinado, comienzo a hablar de esto en mi entorno pero, claro, nadie había leído esos libros y causó un poco de conmoción y me generó algunos problemas pero, los problemas, lejos de amedentarme, me estimularon. Cuando alguien me decía «eso es una tontería» yo leía aún más y preparaba mis argumentos. A lo largo de los años me he dado cuenta de que a todo el mundo le fascina el misterio porque vivimos en un misterio. Al verdadero intelectual le preocupa de dónde venimos.
- ¿Tú ya sabías que querías ser periodista desde la más tierna infancia?
Lo tenía claro no, lo siguiente, ¡No podía ser otra cosa que no fuera periodista! Ahora bien, el tema está en que yo sabía que quería ser periodista porque me permitía contar cosas pero lo que no sabía todavía, y lo fui descubriendo con el tiempo, es lo que quería contar; y esto es una pregunta que a los periodistas no se les formula, es decir, se les prepara para contar cosas pero no se les pregunta qué quieren contar. Yo quería dedicarme a los grandes enigmas y en mi casa estaban muy preocupados porque yo quería ser periodista de OVNIs.
- A lo largo de tu carrera y bagaje como periodista de misterio ¿ha habido alguien en algún momento que te haya incitado a manipular un fenómeno?
En medios especializados no lo he visto nunca y he sido peón y jefe, tengo todo el abanico completo pero, sin embargo, en medios no especializados sí.
- En referencia a la ufología, ¿qué opinas de la «teoría de los antiguos astronautas»?
Gracias a la teoría de los antiguos astronautas, yo aprendí mucha historia porque me interesaba saber si había resquicios de un paleocontacto. Yo podía hablarte de los vedas, de los textos sánscritos, de la mitología nórdica...
Mi posición ahora es un poco más prudente, porque el ser humano tiene gran capacidad de confabulación para explicar lo inexplicable. Pero dicho esto, hay rasgos comunes en todas las culturas alrededor del mundo y a mí, eso, me fascina.
- ¿La ufología te sigue estimulando igual que hace 30 años?
Para mí la ufología es la vía para entender el universo en el que vivimos. Creo que refleja algo que todavía no comprendemos pero que tiene que ver con la solución a todos estos enigmas.
- Ósea que, ¿Los OVNIS son de procedencia extraterrestre?
Sí, pero vamos a ver. No hay nada extraterrestre, todo es lo mismo. No hay nada intraterrestre o extraterrestre. El universo no conoce fronteras, lo extraterrestre es una frontera que nosotros hemos puesto. Lo extraterrestre no es diferente de lo terrestre.
- Los testimonios que hablan de figuras humanoides… nosotros no vamos a concebir algo que difiera de la forma humana. ¿Crees, entonces, que en el fenómeno OVNI existe un componente humano?
Sí, sí por supuesto. Tú no investigas un OVNI, no tienes un marciano encima de la mesa. Lo que tú estás estudiando es en base a un testimonio, o en base a los efectos de OVNI en un rádar o en un registro electromagnético. Eso implica que estamos interpretando un fenómeno.
- ¿Crees entonces que el fenómeno OVNI no se ha estudiado como tal?
No, no tenemos ni idea. Pero creo que es troncal en nuestra historia, es definitivo para poder comprender la propia existencia humana.
- A correlación del universo y del cielo… ¿Qué crees que refleja 'El Cielo de Salamanca'? ¿Qué quisieron decir o reflejar?
Marcaron una fecha. Se supone que fue Nebrija y seguramente tenía que ser una fecha importante para la Universidad; ya bien sea una fecha en la que se fundó una cátedra, fecha en la que se publicó un libro importante… estamos hablando del siglo XVI… tiene que obedecer a algo que fuera muy especial, muy importante para la Universidad. No lo sabemos, pero el ser humano es muy repetitivo, desde la prehistoria hasta ahora lo hemos hecho con todo.
- En 2017 te alzaste con el premio más reputado y codiciado de la literatura patria, el Premio Planeta. Lograste meter el misterio ahí…
Pero no fui el primero. Hay una corriente subterránea en el premio Planeta de gente que ha escrito con el misterio de trasfondo. La hay, lo que pasa es que no es muy conocida, pero es un tema a explorar… Juan Eslava Galán, Fernando Sánchez Dragó, Gonzalo Torrente Ballester… la intencionalidad profunda de muchos de ellos está vinculada al misterio. Al final yo creo que el misterio es indisociable de la literatura, si no hay misterio en una novela, no tienes nada. Da igual el tipo de misterio pero si, además, tienes un misterio trascendental, tienes un novelón.
- ¿Pero crees que la sociedad, a día de hoy, valora la cultura?
Siempre hemos sido minoría, pero yo puedo tener buenas conversaciones con la gente y probablemente si hubiera nacido hace 100 años me hubiera costado mucho más. No soy pesimista del todo, porque soy consciente de que el lado oscuro siempre ha sido mucho más ruidoso que el lado luminoso. Lo peor , ya lo decía mi abuela, son los tontos que no saben que son tontos y, en nuestros días, hay mucho tonto que no sabe que es tonto.
- La sociedad es cada vez más superficial… más banal…
El mundo ha sido así siempre, siempre , lo que pasa es que ahora los tontos tienen altavoz y antes no lo tenían.
La ignorancia es más masiva que la cultura, y así ha sido siempre a lo largo de la historia pero también es verdad que estamos en una época en la que hay más cultura que en otras anteriores.
- La muerte, en nuestra sociedad, es constantemente blanqueada ¿eso también es un misterio?
Hoy en día, la muerte es una muerte de titulares. Cuando la muerte toca de cerca, la gente entra en shock y no sabe cómo reaccionar porque la muerte que le han contado no es la muerte, te han contado un cuento de la muerte.
Es más, si te das cuenta, pasas lo más pronto posible página. Antiguamente se velaban a los muertos, el muerto estaba en el salón de la casa durante dos días y todo el pueblo pasaba verlo; te despedías del muerto, llorabas allí, te reías, recordabas anécdotas y luego ya, lo enterrabas.
Ahora no. Ahora te mueres, te meten en el tanatorio, pasan los amigos más íntimos a despedirse y al día siguiente te dan a tu muerto en un frasco. No hay tiempo, ¡no hay tiempo de nada! No hay luto, no hay duelo… Al desnaturalizar la muerte, al quitarle ese componente de cientos de miles de años, estamos desnaturalizándonos nosotros… somos peores humanos porque no lo asumimos. Ese concepto chamánico, ancestral, de transmisión de lo que era el muerto a los que quedan ¡eso es necesario y no se hace! Esa es la carencia que tiene nuestra civilización…. pero soy optimista, creo que lo restauraremos.
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