Algunos de los lugares abandonados en Salamanca. SH

Lugares abandonados de Salamanca o cómo la moda del 'urbex' gana adeptos

Los seguidores de este tipo de práctica que poco a poco va triunfando, sobre todo en redes sociales, buscan sitios que tienen acceso restringido al público

Laura Linacero

Salamanca

Sábado, 1 de julio 2023, 19:04

Si hacer cola para entrar en un edificio histórico, comprar las entradas para disfrutar de un museo o fotografiar los monumentos más espectaculares es un tipo de turismo, también lo es justo lo contrario. Ir donde nadie va, no necesitar pase para entrar y hacer fotos a lo que puede que hace décadas fuera uno de los monumentos más impresionantes y hoy quizás esté encuadrado en un montón de ruinas. En eso consiste el 'urbex', traducido como exploración urbana. Los seguidores de este tipo de práctica que poco a poco va triunfando, sobre todo en redes sociales, buscan lugares abandonados o sitios que tienen acceso restringido al público.

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Los seguidores de este tipo de turismo son muy reservados a la hora de exponer los lugares que cumplen con los requisitos y, por tanto, son aptos para llevar a cabo esta práctica. De hecho, en el mapa de lugares abandonados de España publicado por la web Abandonded Spain, tan sólo cita una localización de Salamanca. La razón de que no se publiquen todos los sitios vulnerables para un explorador urbano es, también, tratar de protegerlos. De hecho, esta comunidad de aventureros explica cuatro normas para quien se quiera adentrar en este tipo de prácticas y precisamente una de ellas es «no compartir las direcciones de lugares abandonados con gente que no sea de nuestra total confianza».

Las otras tres indicaciones están relacionadas con respetar siempre el entorno: «No ser vistos», «No robar» y «No romper». También advierten que la seguridad es lo más importante y «ninguna foto merece tanto la pena como para jugarse la vida». Muchos de los lugares que entran dentro del 'urbex' tienen un alto nivel de deterioro y no cuentan con el mantenimiento ni la supervisión necesaria para asegurar el espacio.

De hecho, hay una equipación especial recomendada para este tipo de turismos para garantizar la seguridad. Algunos de los imprescindibles que cita la web son calzado con suela dura, pantalones largos, guantes, máscara antipolvo, linterna, agua y comida, kit de primeros auxilios y móvil con batería llena.

Red de túneles

Polvorín de Tejares

Entre mediados y finales de los años 30, en plena Guerra Civil, un grupo de militares construyó en la vereda del río Tormes, a poco más de dos kilómetros de la entrada en Salamanca capital, un conjunto de edificios para proteger el principal, una red de túneles de cerca de un kilómetro de longitud que albergaba la pólvora, munición, armas de distinto calibre y explosivos que se usaban durante el conflicto armado. Ocho décadas después, y tras el abandono del complejo en 1987, es uno de los lugares más recurrentes en Salamanca para hacer este tipo de prácticas y, de hecho, es el único que aparece en el mapa elaborado por el blog Abandoned Spain.

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Pueblo fantasma

Cabaloria

Cabaloria es uno de los pueblos abandonados que tiene Salamanca y que da lugar también a pasear por sus laderas insólitas desde mitad del siglo XX. A pesar de que en su momento el municipio gozó de cierta prosperidad, sin embargo, con la construcción del embalse de Gabriel y Galán, ya en la provincia de Cáceres, muchos de los vecinos vieron expropiadas sus tierras de labor y decidieron abandonar el municipio. La estampa en la actualidad es de desamparo y abandono y aún hay algunas casas que, aunque en ruinas, se mantienen en pie.

Sanjuenjo

Convento de La Caridad

Se tiene noticia de su existencia ya en el siglo XIII, aunque de aquella época no quedan restos. Perteneció a la Orden de los Premostratenses y lo más antiguo de su arquitectura data del siglo XVI. Consta de dos partes: la Iglesia de San Blas, perteneciente al episcopado pero inserta en el terreno de los actuales propietarios, destaca la fachada principal construida en 1590 y rematada por una espadaña del siglo XVIII; y la otra parte corresponde a las dependencias habituales de los monasterios habitados por sus actuales propietarios, en donde sobresale un claustro construido en el siglo XVIII bajo la dirección de D. Juan de Sagarvinaga.

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En la actualidad está abandonado- De hecho, hace tres años fue incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra por la sustracción de algunas piedras del templo y la desprotección de un edificio que es Bien de Interés Cultural. Ha sido un punto habitual para este tipo de turismo que, al no contar con ningún tipo de vigilancia, ha servido para que los más curiosos hayan podido conocerlo. Aunque tal y como defienden los promotores del Urbex, una de las normas inquebrantables es tratar de conservarlo tal y como está.

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