El movimiento Fridays For Future intenta sabotear el Black Friday en Salamanca
Los activistas colocaron un mercadillo de intercambio en la Plaza del Liceo acompañado de pancartas contra el viernes negro
El movimiento Fridays For Future de Salamanca realizó durante el día de ayer una actividad de intercambio en contra del Black Friday para tratar de concienciar a los salmantinos sobre las compras compulsivas y la repercusión que tienen sobre el medioambiente. Decenas de personas se acercaron a las mesas de intercambio de ropa, juguetes, esquejes y libros que organizó el movimiento en la Plaza del Liceo.
Los representantes del movimiento resaltaron con pancartas mensajes claves referentes a la contaminación generada por la denominada fast fashion. En alguno de ellos se podían leer reivindicaciones como 'Contra el consumo innecesario' o '100% de descuento con un 100% de planeta asegurado' para convencer sobre la idea sostenible del intercambio. Una filosofía que acompañan con el artículo The scary environmental impact of Black Friday and Cyber Monday de Basset, donde se refleja que «en el 2020 los consumidores gastaron 9 000 000 000 de dólares online que son 20% más que el año anterior, debido a que psicológicamente, un objeto es percibido más valorable solo por el hecho de estar de rebaja. Esto resulta en una multitud de artículos hiperproducidos, desechados y retornados a las tiendas«.
Los activistas sostienen que «el efecto para el medio ambiente es lamentable». En este sentido, los jóvenes subrayan los datos expuestos en el artículo The fashion industry emits more carbon than international flights and maritime shipping combined (McFall-Johnsen 2019). En este se observa que la industria de la moda produce el 10% de las emisiones de carbono de las actividades humanas (más que los vuelos internacionales). Además, añaden que «la moda genera contaminación en los océanos por microplásticos, es la segunda industria con mayor consumo de agua en el mundo, es responsable de condiciones de trabajo deplorables de miles de mujeres en el sur global, entre otros aspectos». Así, los activistas proponen que consideremos si realmente necesitamos una prenda antes de su compra y sugieren las opciones de segunda mano como alternativas más sostenibles.