La nueva residencia en el barrio antiguo de Salamanca que deslumbra a sus vecinos

La apertura de nuevas residencias de estudiantes está cambiando por completo el modelo habitacional de los universitarios en Salamanca que han pasado de una oferta reducida a miles de camas y amplios servicios en complejos de nueva construcción o que aprovechan edificios del casco antiguo. Es el caso de la última en abrir este curso, en el barrio de San Vicente, que exigió de un estudio arqueológico y que está generando algunas quejas por el acabado de su cubierta.

El proyecto data de hace varios años y se asienta en lo que ya era un colegio mayor que se ha ampliado. Por un lado, se ha reformado un antiguo edificio datado en 1948, que carecía de protección y que ya fue adaptado en 2001, y se ha levantado una segunda ala de nueva construcción, separada por un patio, en el solar de 1.285 m2 que ocupa el inmueble entre la calle San Silvestre y la calle Narciso.

El proyecto topó con un obstáculo, ya que se encuentra en un lugar de cautela arqueológica, a un paso del cerro de San Vicente, donde suelen aparecer restos. La empresa promotora solicitó licencia de demolición parcial y proyecto de construcción, pero en un primer momento no se procedió a la excavación arqueológica que es obligatoria en la zona.

En febrero de 2022 ya se pidió una visita de técnicos en patrimonio e informe a la propiedad para analizar elementos que se pudieran conservar a pesar de que la edificación no está protegida, pero teniendo en cuenta dónde está.

La residencia, con 141 plazas, ya está abierta pero recientemente se ha pedido información sobre la prospección arqueológica. Se ha confirmado que la comisión territorial de patrimonio informó favorablemente los trabajos hechos.

Y al margen de posibles restos, se han dado a conocer quejas de los vecinos por un aspecto de la nueva construcción: el acabado de la cubierta. El proyecto ha rematado tanto el edificio antiguo como el de nueva construcción con una cubierta metálica que genera brillos y se ha pedido que se revise este aspecto de cara al futuro.

En efecto, el edificio original no tenía la cubierta metálica que se ha instalado ahora tanto en la antigua construcción como en la nueva, de un acabado gris que se aprecia en las fotos aéreas de la propia empresa que gestiona el alojamiento.

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