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El esperado proyecto de reforma del acceso Norte de Salamanca, el de la antigua carretera de Zamora, empieza a dar pasos después de muchos años de paralización. Convertida ahora en una actuación de «humanización» del tráfico y con un presupuesto sensiblemente inferior para su diseño, arranca con un primer paso: la expropiación de terrenos necesarios. Y si hacemos caso al aspecto estético propuesto por el ministerio en su día, se parecerá mucho a una nueva avenida, una actuación ya iniciada.
El proyecto contempla integrar lo que era una carretera nacional en la trama urbana para mejorar la entrada por la conocida como carretera del Helmántico, rebajando velocidad y con medidas de seguridad para peatones y ciclistas. Este acceso ya recibió una actuación de este tipo por parte del municipio, que trazó una senda peatonal y carril bici que llegaba hasta el límite del término municipal con Villares de la Reina, una de las nueve fronteras de Salamanca.
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La ejecución del proyecto, ya diseñado por el ministerio, obliga a ocupar más espacio y lo que se va a hacer ahora es la expropiación forzosa de varias fincas que ejecutará el ayuntamiento en favor del ministerio. El consistorio ha publicado en el tablón de edictos las propiedades afectadas, que están en el tramo urbano de la antigua carretera SA-11, de titularidad estatal. Pertenecen al sector de Las Galanas, 50 hectáreas de suelo urbanizable para vivienda todavía no desarrollado.
La expropiación se hace a propuesta de la Gerencia de la Entidad Pública Empresarial Patronato Municipal de Vivienda y Urbanismo, pero el proyecto está promovido por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, siendo el ministerio de Óscar Puente la administración expropiante y beneficiario de la expropiación el Ayuntamiento de Salamanca.
Después de años de parones, en 2023 el ministerio retomó el proyecto como parte de las actuaciones de humanización repartidas por el país y en en las que anunció que invertiría 105 millones de euros. En el caso de Salamanca, además de esta carretera está la esperada pasarela peatonal sobre la SA-20 en Carbajosa de la Sagrada.
En el caso de las humanizaciones, lo que plantea el ministerio en la mayoría de casos son actuaciones dirigidas a convertir las carreteras convencionales en calles y avenidas. Para ello, está previsto recurrir a la construcción y ampliación de aceras y glorietas, eliminación de cruces, mejora de la iluminación, instalación de mobiliario urbano, implantación de arboledas y zonas verdes y creación de nuevos itinerarios ciclistas y de ocio, algo que ya hizo en su día el consistorio.
Eso transformará por completo el aspecto de este acceso, que ya cambió sustancialmente cuando el Ayuntamiento de Salamanca ejecutó en 2019 una inversión municipal de 308.190 euros para la creación de un nuevo itinerario peatonal y carril bici, con 90 árboles y bancos. Y que tiene su réplica en el acceso que se hizo por la carretera de las Bizarricas.
El objetivo final de este proyecto de acceso Norte a Salamanca es la transformación de menos de dos kilómetros para integrarlo al viario urbano y la mejora de la N-620, para ceder la titularidad del tramo al Ayuntamiento de Salamanca. El presupuesto previsto en su día de ejecución era de 9.917.355,37 euros para la mejora de la nacional y la humanización del tramo urbano.
El nuevo acceso Norte de Salamanca lleva pendiente años a pesar de que, en ocasiones, ha tenido incluso partida prevista en los presupuestos generales del Estado. Sin embargo, también ha salido de los planes de algunos ejecutivos a pesar de estar aprobado.
Sin embargo, ahora se va a retomar bajo la denominación de proyecto de Humanización y calmado de tráfico de la carretera SA-11, acceso norte a Salamanca. Afecta a menos de dos kilómetros, un tramo en la carretera entre el punto kilométrico 336,8 y el 338,6. Abarca desde la glorieta Ruta de la Plata, ya dentro de la ciudad, pasando por el cruce entre la calle la Cabrera y la glorieta del puerto de Pajares hasta el entronque con la urbanización de aceras del municipio vecino.
Se enmarca en el proyecto de la Dirección General de Carreteras para humanizar 66 travesías repartidas por todo el país y llevar a cabo actuaciones en otras 55 para proteger usuarios vulnerables. El objetivo es aminorar el riesgo para peatones, ciclistas y motoristas (usuarios vulnerables) en la red de carreteras y mejorar la seguridad y la convivencia de estas vías dentro de los municipios
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