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La puerta de Urgencias del Hospital de Salamanca ha sido siempre uno de los sitios con mayor afluencia de la ciudad. Lo fue hasta octubre de 2021 cuando cerró el acceso al antiguo Clínico, ahora en proceso de derribo, y lo vuelve a ser ahora en sus nuevas instalaciones. Poco más de un año después de estrenar el nuevo edificio la situación vuelve a ser la misma, con picos de hasta 500 pacientes diarios, como en los peores días del Clínico antes de la pandemia, una sobrecarga que tiene que ver con la difícil situación de la Atención Primaria, que se está contagiando a la atención hospitalaria.
La voz de alarma la ha dado hace unos días CSIF en un informe individualizado para cada uno de los hospitales de Castilla y León. El sindicato alerta de que las urgencias hospitalarias están «en la cuerda floja» por un incremento de la demanda del 30% por la llegada de pacientes que tienen que ser atendidos por servicios en los que falta personal y que obligan a largas esperas a pacientes que que no pasan por la Atención Primaria.
En el caso del Complejo Hospitalario de Salamanca, se contabilizan unas 500 urgencias diarias de adultos atendidos por 4 ó 5 adjuntos tras «permanecer en la sala de espera, en algunos casos más de 7 horas». Desde el Hospital y Sanidad, aseguran que la denuncia no se corresponde con la realidad niegan que se esté produciendo un colapso, aunque reconocen que en Salamanca ha habido muchas urgencias, especialmente pediátricas en las últimas semanas. Y ofrecen algunas cifras.
Según fuentes hospitalarias, no se ha producido ningún colapso de urgencias hospitalarias el fin de semana de Nochebuena y Navidad. Los datos registrados se califican como muy similares a los de 2019, antes de la pandemia, y en algunos casos inferiores a los de 2016, último año que 24 y 25 de diciembre cayeron en fin de semana.
Según la concejala socialista y responsable del área sanitaria del Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca, María García, «ha habido momentos de colapso y que los compañeros no daban abasto». Según García, «el problema es que la Atención Primaria ha llegado a su límite» y que «todo el mundo acaba en Urgencias del Hospital y se generan esperas».
Según la memoria de actividad asistencial de Sacyl, en 2019 el Hospital de Salamanca atendía 426 urgencias hospitalarias de media al día, 155.562 al año, con una presión del 75% y un porcentaje de ingresos del 12,85% de pacientes que acudían a urgencias. Las cifras fueron inferiores en 2020 y 2021 por las restricciones para acudir a los hospitales por la crisis del Covid, pero han regresado a la situación previa.
Según el análisis de lo que va de año 2022, el primero completo del nuevo edificio, hasta septiembre el Hospital atendió 107.000 urgencias, una media de más de 400 al día; con esta progresión, se superarán las 140.000 urgencias al cabo del año. Así que, de nuevo, la puerta de Urgencias se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Salamanca: ya ocurría en la del antiguo Clínico y vuelve a pasar en la del nuevo Hospital. Una situación que está detrás de los problemas que se han vivido en los últimos días.
Aunque tanto el Hospital como Sanidad niegan el colapso, pero reconocen las altas cifras, los sindicatos y los profesionales insisten en denunciar la situación y en el diagnóstico sobre el problema: «No hay gente y no hay organización». Así habla un profesional con 20 años en el Hospital que ha estado en los últimos días en el servicio de Urgencias, que señala a la falta de personal sanitario como origen de los males. El propio servicio lo reconoce y espera la resolución de una oferta de empleo público este septiembre con plazas específicas de urgencias.
En primer lugar, ratifica que «ha habido un día con 500 personas en urgencias y esperas de hasta 7 horas». «Una hora de triaje y otras seis horas de espera. En niveles '3' de prioridad, que el máximo son 30 minutos, se puede esperar hasta una hora», comenta. «Antes en el Clínico que alguien esperara 4 horas ya era una salvajada», compara.
Para este profesional, existe un contagio al ámbito hospitalario de los problemas que hay en la Atención Primaria. Este año al hospital han llegado hasta septiembre casi 9.000 pacientes derivados a urgencias de los 107.000 atendidos en total, un 8%, que es una de las cifras más bajas de toda la comunidad: no hay una atención previa del médico de cabecera que deriva al Hospital, sino usuarios que van directamente a esta puerta. De media, solo el 14% de los usuarios acaba ingresado. «No se puede estar haciendo radiografías en urgencias cuando te puede llegar alguien con un ictus», dice.
Eso genera una presión importante a la atención hospitalaria, donde también faltan recursos. «Si alguien se pone enfermo, el 90% de las veces no se cubre y lo asumen los que se quedan. Nadie sabe cuántas personas tienen que estar de guardia un día en urgencias», denuncia.
María García
Concejala del PSOE
La socialista María García también incide en que «no existe un mínimo establecido de personal que tengan que atender cada servicio» y lo relaciona con la falta de personal. «No se ha adaptado la plantilla al nuevo Hospital, que es más grande, tiene más camas y más servicios», lamenta.
«El problema es que tenemos tenemos médicos que urgencias que llevan 17 años encadenando contratos, esto hay que resolverlo con la estabilización», denuncia la responsable, que apunta también al hecho de que no se vaya a cobrar productividad, lo que redunda en cierto maltrato a los sanitarios.
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