La Odisea de los salmantinos tirados en Matacán: el pasajero que vio despegar a su mujer e hijo
Una veintena de viajeros de un vuelo a Canarias se quedaron en tierra al reducir la compañía el número de plazas disponibles cuando ya estaban en la pista de despegue
La veintena de salmantinos que se quedaron en tierra este martes tras ser obligados a renunciar a su plaza en un avión rumbo a Canarias han vivido una Odisea particular con un segundo capítulo que les obliga a pernoctar en Madrid para un viaje que se va a prolongar cerca de 24 horas para llegar a su destino con un día completo de retraso. Entre medias, una situación insólita y la duda sobre quién les dará explicaciones sobre lo ocurrido.
Lo que iba a ser un viaje de vacaciones a Gran Canaria se empezó a torcer a pocos minutos de la hora prevista para el despegue. Cerca de las 13.00 horas de este martes, un centenar de pasajeros esperaba para subir a un avión en el aeropuerto de Matacán. El aparato hacía la ruta entre Salamanca y las islas, repuesta este verano por la compañía Air Nostrum, franquicia de Iberia.
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El avión, un Bombardier CRJ-1000, luce en su fuselaje los colores de la compañía de bandera, una garantía. Los pasajeros, ya sobre la pista, lo divisan a un centenar de metros cuando el personal de la empresa encargada del embarque y servicios de Handling, Swissport, ligada a otra compañía de bandera como Swissair, les devuelve al interior de la terminal para algo insólito.
Según relata un pasajero afectado, «a las 12,55 horas (cinco minutos antes de la hora prevista de despegue), estando todos ya haciendo cola en la pista de despegue a 100 metros del avión, nos han vuelto a meter en la sala de embarque, y han empezado a escoger gente». La selección la hacía la empresa de handling. «Dijeron que iban a dejar fuera a 25», confirma Vicencio Gómez, que viajaba con su pareja y su hija y que vivió una situación kafkiana.
«Cuando estaba con el personal de tierra, me dijo que sólo quedaban dos plazas y que uno de los tres se tenía que quedar», comenta sorprendido. Al final, él se quedó en Matacán. El vuelo despegó a las 14.15 horas, pero en tierra quedaba una veintena de pasajeros a los que se dejó fuera del avión con una explicación: el calor.
Durante las horas de espera, se les ofreció comer un menú, pero pocas soluciones a su situación. El personal de tierra del vuelo no tenía respuestas y lo primero que supieron es que serían trasladados a Madrid para volar desde allí.
«Esto siempre cabrea, sobre todo por la falta de aviso ante algo anunciado como la ola de calor y que la solución en vez de poner dos aviones sea dejar fuera a 25 personas que ya han pagado sus billetes. No era lo contratado», asegura Gómez, que lamenta que no se les facilitaron hojas de reclamaciones y que tampoco pudo denunciar ante la Guardia Civil: le ofrecieron ir al cuartel de Santa Marta a poner la denuncia, pero no podía abandonar el aeropuerto.
En bus a un hotel en Barajas
La Odisea de los que se quedaron en tierra continuó. Cerca de las cuatro de la tarde, un autocar llegaba para trasladarlos a Madrid con el plan de tomar allí un avión a Canarias. Subieron 23-24 personas sin idea fija de si volarían hoy o no.
Durante el viaje, más noticias. «El conductor nos ha informado que Iberia le ha dicho que no nos lleve al aeropuerto, que nos lleve a un hotel de Barajas. Vamos que Salamanca Canarias con Iberia, en tan solo 24 horas», lamenta Gómez. Cerca de las siete de la tarde han llegado a un hotel cerca del aeropuerto madrileño con el plan de volar este miércoles a las 7.30 de la mañana hacia Canarias. El periplo de lo que iban a ser unas vacaciones terminó este miércoles cerca de las diez de la mañana cuando los afectados aterrizaron, un día después de lo previsto, en su destino.