El paso de la Vuelta por Salamanca: más aplausos que banderas y un líder 'pillo'

El paso de La Vuelta ciclista a España por Salamanca capital ha sido un bálsamo reparador para los ciclistas en todos los sentidos. Tras días de mucha tensión extradeportiva, el pelotón ha atravesado la ciudad sin contratiempos y con muchísimo público, predominio de los aplausos y muchas banderas palestinas, pero más ánimos que insultos en el cómputo.

En lo deportivo, el pelotón se ha puesto algo nervioso para atravesar la ciudad y luego se ha visto el motivo. En una jugada de 'pillo', el líder Vingegaar ha sorprendido a su rival Almeida y ha saltado para el sprint especial de Canalejas, donde ha sido segundo y se ha llevado 4 segundos de bonificación.

La carrera ha seguido camino de Guijuelo tras salir del casco histórico por el puente Enrique Estevan, donde estaba convocada una numerosa concentración. El puente ha sido 'tomado' por la Policía Nacional para prevenir altercados y allí es donde había más efectivos.

Al paso del pelotón, los convocantes han expresado su apoyo al pueblo por la hambruna y ataques constantes de Israel sobre Gaza, pero no han interrumpido la carrera como en otras etapas.

La etapa fue muy tranquila en lo deportivo, de transición como se dice en el argot. Una escapada que no fue lejos, algo de nervios al paso por Salamanca y con el viento, que no compareció con la fuerza necesaria, y victoria al sprint en Guijuelo de un especialista, Philipsen. En la general, Vingegaard ha demostrado estar más atentos y tiene casi un minuto para decidir la Vuelta este sábado.

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