Más permisos que vecinos para entrar en coche al centro de Salamanca: 12.753 usuarios registrados
Las autorizaciones de acceso a la zona peatonal se elevan a menos de dos meses del inicio de las multas a una cifra similar a la del tráfico diario actual
Las calles del centro más centro de la ciudad seguirán siendo un hervidero de coches cuando, el 1 de julio, empiece a funcionar de nuevo el sistema de control de accesos a las calles peatonales. Al menos, lo serán tanto como hasta ahora o como lo son de viandantes porque ya son más los permisos concedidos para circular en la zona sin tráfico que habitantes tienen los barrios del centro histórico.
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A estas alturas, un total de 12.753 usuarios están registrados en la plataforma para acceder a la zona peatonal, el sistema con el que se gestionan los permisos y matrículas de vehículos autorizados y que estarán a salvo de posibles multas. Su número supera al de habitantes censados, y eso a falta de casi dos meses para que empiecen las multas (de 200 euros) el próximo 1 de julio y con la posibilidad de que aumenten las inscripciones, ya que hay varias modalidades, sin contar con las futuras restricciones por la ZBE.
El pasado 1 de enero Salamanca estrenó la ZBE a pesar de que todavía tardará en estar operativa. La aplicación de las nuevas normas para el acceso al centro es una de las consecuencias de esa futura Zona de Bajas Emisiones, que no empezará a limitar el acceso por contaminación (y con muchas excepciones) hasta 2029. Sin embargo, ahora lo que entra a funcionar es el control de circulación en las calles peatonales, que utiliza las cámaras azules instaladas que disponen de lectores de matrícula.
Según los últimos datos del censo, en los barrios del centro histórico que coinciden con el perímetro peatonal viven algo más de 10.500 personas, un vecindario menguante en los últimos años. Según fuentes municipales, desde que se abrió el período para inscribirse en el registro de acceso con vehículos a las calles peatonales del centro son 12.753 usuarios los que se han registrado. Cada uno de ellos podrá inscribir más de un vehículo bajo el amparo de esta autorización.
La cifra es todavía provisional, todavía está abierta la inscripción y se esperan más usuarios, y no rebaja en mucho el número de los que ya circulan. El intenso tráfico de las calles peatonales se ha cuantificado por el Ayuntamiento de Salamanca en 30.000 vehículos diarios, 20.000 únicos, es decir, diferentes, que entran a las calles que formarán el perímetro de la ZBE y que coincide con el de calle peatonales.
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Este censo de casi 13.000 autorizados a entrar con vehículo está compuesto por varios perfinales de usuarios con una casuística muy amplia permitida por la normativa.
Por un lado, los empadronados, a los que se dio de alta de forma automática; los titulares de garajes en el centro tendrán dos autorizaciones permanentes. Posteriormente se empezó a trabajar con los profesionales del transporte y el carga y descarga; y también hay colegios, otros usuarios...
Todos ellos casan con los supuestos en los que se autoriza una entrada al centro, que son numerosos. Lo fundamental, vecinos empadronados y/o con garaje, titulares o usuarios de una plaza privada, vehículos de reparto, negocios, profesionales... A todos ellos habrá que sumar los accesos ocasionales, como los de los turistas en hoteles y alojamientos regulados, usuarios de los parking, vehículos de emergencias, los taxis o de servicios técnicos para reparaciones.
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Por último, hay que contar con aquellos que puedan ser invitados por empadronados, que disponen de hasta 20 invitaciones para que familiares, visitas, amigos... puedan entrar sin ser multados o para recoger a alguien. Y los vehículos que carecen de matrícula, como bicicletas y los ya omnipresentes patinetes y 'riders' profesionales.
Sin multas en sombra
Cuando en enero entró en vigor la normativa de la ZBE y se abrió el trámite de las autorizaciones, el consistorio anunció que los vehículos que accedieran sin permiso recibirían un aviso a modo de multa 'en sombra'. Sin embargo, fuentes municipales explican que finalmente no se ha hecho porque no tenía sentido en una fase previa a la aplicación de las restricciones de circulación con los lectores de matrículas.
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