Pogacar-Vingegaard, revancha en las calles de Salamanca si el síndrome 'burn-out' no lo impide
El danés está confirmado para la Vuelta y el equipo del astro esloveno lo tenía en su plan, pero mantiene dudas por el cansancio que arrastra el último ganador de la ronda francesa y las señales de que quiere bajar la intensidad
El mano a mano entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard es la rivalidad por excelencia en el gran momento que vive el ciclismo mundial. Verles competir de tú a tú es lo que ansían aficionados y organizadores, todo el mundo quiere saber cuál es el próximo reto del astro esloveno y si el danés será su contrapunto. Las carreras pelean por su presencia y la próxima vez que les veamos podría ser con paso por Salamanca, aunque un inesperado invitado lo está complicando: el cansancio.
Puede que no sea tanto físico como mental, pero el fenómeno esloveno está dando muestras de fatiga. Las dió la última semana y se especuló con una enfermedad, en realidad, un pequeño resfriado; también con un menor rendimiento, aunque la realidad es que ha llegado delante de sus rivales casi todos los días. Y el último se le vió disfrutar, aunque le faltaron piernas para ganar la etapa final de amarillo ante un imparable Van Aert. Entonces, ¿qué le pasa a Pogacar?
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La realidad es que parece algo cansado de la exigencia en el ciclismo actual, un listón que por cierto es él mismo el que ha puesto tan alto. En los últimos días de competición reconoció que el Tour se le estaba haciendo largo, por los kilómetros y por la distancia a su vida 'normal'. Y ha aparecido en su discurso el tema de la salud mental.
«Estaba cansado esta última semana. Pero ahora no me apetece hablar de lo que fue mal, sino saborear mi victoria aquí en París con el maillot amarillo», dijo cuando le preguntaron por el próximo reto, el de ganar el quinto Tour cuando acababa de anotarse el cuarto. ¿Teme sufrir un 'burn out' algún día?
Creo que los ciclistas estamos demasiado obsesionados por los entrenamientos. Siempre es más. Vemos cada vez a más corredores cansados pronto en la temporada y las carreras se suceden«
Tadej Pogacar
ciclista
«Si fuera el caso, podría retirarme y estar feliz por lo logrado. Entrenamos muchísimo, a veces demasiado. Creo que los ciclistas estamos demasiado obsesionados por los entrenamientos. Siempre es más. Vemos cada vez a más corredores cansados pronto en la temporada y las carreras se suceden. Llegamos a octubre, por fin un descanso, y en diciembre otra vez la salida. Hay mucho 'burn out'. No es mi caso, pero podría pasarme».
Ese cansancio de ciclismo le llega después de tres semanas en las que casi no ha tenido rival. Llegó a meta siempre por delante de Vindegaard salvo un día, y le metió tiempo casi siempre. Pero además de dar pedales, Pogacar se desgasta a diario con la expectación que él mismo genera por sus logros y, por qué no decirlo, por su simpatía; estrella absoluta, no desdeña casi nunca una foto, una sonrisa o un autógrafo y eso le lleva horas al cabo de una carrera de tres semanas.
Las señales que ha emitido en las últimas semanas tienen que ver más con esto, con lo que apareja ser la estrella ganadora, que con una hipotética falta de forma. Al menos, hasta ahora Pogacar siempre había parecido inmune a las debilidades de otros grandes que sufrieron cuando intentaron el doblete de Tour con Giro o con Vuelta.
Ese cansancio es lo que aleja al esloveno de la próxima Vuelta a España que arranca en unos día y que pasa por Salamanca. El día 12 de septiembre pasa por la capital en una etapa que acaba en Guijuelo. Sería un paso fulgurante por las calles de Salamanca y una multitudinaria llegada en la villa chacinera. Es la última etapa antes de la decisiva de montaña.
Hace unos días parecía en sus planes e incluso su equipo contemplaba esta opción. La organización ya soñaba con ello porque está confirmado su alter ego, el danés Vingegaard
Si todo marcha como acostumbra, para entonces podría tener la Vuelta en su palmarés. Fue en la carrera española donde explotó en 2019, y a la que no ha vuelto, y es la única de las grandes por etapas que le queda por conseguir. Hace unos días parecía en sus planes e incluso su equipo, el poderoso UAE, contemplaba esta opción. La organización ya soñaba con ello porque está confirmado su alter ego, el danés Vingegaard.
Sería una revancha por todo lo alto que multiplicaría interés y audiencias, pero en las últimas horas se ha enfriado la posibilidad. Pogacar anunciará esta semana si estará en la Vuelta a España a partir del 23 de agosto, una posibilidad nada clara por el momento.«Por el momento no tengo objetivos claros, quizá los Mundiales (en septiembre) y el Giro de Lombardía (en octubre). Por lo demás no lo sé», declaró el domingo, con prisa para irse a casa.
