Situación veraniega atípica en Salamanca: aumenta la presión en UCI por accidentes de tráfico

Los accidentes crecen exponencialmente en Salamanca durante los meses de verano, con las consecuencias hospitalarias y, en los peores casos, mortales, que ello conlleva. No es casualidad, según apuntan fuentes que trabajan en la UCI del Hospital de la capital charra, no se da abasto durante los meses de verano debido a la cantidad de ingresos semanales -muchos de ellos, accidentes, tanto de la provincia salmantina, como de Ávila o Zamora-.

En una recopilación de los sucesos acontecidos durante el periodo estival; la mayoría datan de altas horas de la madrugada. El propio 15 de agosto, fiesta nacional, a las 7:54 h., tres personas resultaron heridas tras sufrir una colisión entre dos turismos en Villares de la Reina. Aunque en un principio las heridas parecían leves, finalmente fueron trasladados al Hospital de Salamanca en una ambulancia de Soporte Vital Básico. La noche anterior, a las 23:28 h., una mujer de 45 años resultó herida leve después de que su coche se saliera de la vía en el kilómetro 3 de la DSA-150, a la altura de Bóveda del Río Almar.

El último suceso grave reconocido en Salamanca ha sido este mismo fin de semana, a las 15:00 h. Un varón de 21 años fue atendido y trasladado al Hospital, después de destrozar su B,W, con varias vueltas de campana en una rotonda. Las imágenes de cómo quedó el coche son sobrecogedoras.

Hace dos fines de semana, el 17 de agosto, fue un motorista -que circulaba sin casco- el que dio positivo en drogas y alcohol. Ocurrió a las 04:15 h. de la madrugada en la avenida Raimundo de Borgoña en la capital. El fin de semana anterior, hasta en siete ocasiones la Policía Local tuvo que tramitar expedientes por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Desde las 23:54 horas y hasta las 04:22.

Situación similar la vivida en Valderrodrigo el 11 de agosto, cuando un varón de 51 años resultaba herido y trasladado al Hospital a las 5:35 h. Con peor desenlace, el suceso acontecido en Béjar el 8 de agosto, en el que un hombre falleció tras caer su coche por un desnivel. Los hechos ocurrían esa mañana a las 7:02 horas en el cruce de la Ronda de Navarra con la Cuesta de los Perros.

Estos ejemplos suponen una pequeña muestra de todos los casos acontecidos en la capital y provincia durante este verano de 2024. Las noticias se cuentan al momento pero, ¿qué ocurre después? ¿Cómo se lleva la peor parte del suceso?

Víctor Sagredo Meneses, jefe del servicio de medicina intensiva del Hospital de Salamanca, reconoce el aumento del número de pacientes este verano, al contrario de lo que suele ocurrir. «De forma habitual se produce un ligero descenso en las necesidades de ingreso de pacientes en UCI durante los meses de verano, entre un 5 y un 10% respecto a la media de ingresos, debido a un descenso de la actividad quirúrgica y a la disminución de la población atendida en el periodo vacaciona», explica.

Sin embargo, este habitual descenso de la presión asistencial no se ha hecho presente en Salamanca este 2024. De hecho «se ha mantenido» con respecto al resto de meses del año e «incluso se ha incrementado ligeramente».

¿A qué es debido? «En primer lugar, estamos observando en los últimos años, y más en particular durante el 2024, un aumento en el número de pacientes que precisan de ingreso en el Servicio de Medicina Intensiva, debido a la mayor complejidad y agresividad de los tratamientos médicos y los procedimientos quirúrgicos y el aumento de los pacientes susceptibles de recibir este tipo de cuidados. Este aumento en los ingresos habituales alcanza hasta un 20% si lo comparamos con el 2021, primer año postpandemia.

En segundo lugar, durante el verano del 2024 se ha producido un aumento muy significativo en el número de accidentes, fundamentalmente de tráfico, pero también domésticos, hasta un 40% más si lo comparamos con el mismo periodo del año pasado«.

Esta situación se produce, además, en el peor periodo del año, en el que el personal habitual del servicio disfruta de su merecido periodo vacacional, siendo sustituido por profesionales temporales, que «no dejan de ser personas menos experimentadas en el cuidado de pacientes críticos».

Y Sagreso Meneses hace hincapié en una cuestión más: «A esto se une el descenso en el número de facultativos, imposibles de sustituir por falta de profesionales. Este año, gracias a los contratos de fidelización se ha incorporado al último residente que ha finalizado su formación, pero aún así en el periodo estival se incrementa de forma significativa el número de guardias y el trabajo realizado cada día.»

¿Cuál es la clave entonces para que todo salga correctamente? «El trabajo sale adelante, manteniendo criterios de máxima calidad y sin repercusión asistencial en los pacientes, pero fundamentalmente gracias al esfuerzo y la profesionalidad de todo el personal del Servicio».

• Temas
• Hospital Clínico de Salamanca
• Sucesos en Salamanca