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Varias personas mayores caminan en Salamanca en una imagen de archivo. Álex López
La soledad pone a los mayores de Salamanca en el ojo de estafadores y ladrones

La soledad pone a los mayores de Salamanca en el ojo de estafadores y ladrones

La Federación de Asociaciones de Mayores, FAMASA organizará cursos con la Policía Nacional para tratar de prevenir estos problemas, cada vez más frecuentes

Ana Carlos

Ana Carlos

Salamanca

Martes, 19 de septiembre 2023, 08:17

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Una consecuencia de la pérdida de población de Salamanca es que aumentan las personas mayores que sufren soledad no deseada. Cada vez son más las que tienen a sus familiares lejos. Pero además, sus redes sociales se van reduciendo por la muerte de amigos, familiares y seres queridos.

Esta soledad ya es en sí un gran problema, tal y como muestra el estudio encargado por Cáritas Diocesana de Salamanca con el apoyo de la Real Capilla de San Marcos a la Consultoría ZIES. Este trabajo, que vio la luz en abril, muestra que desde la pandemia ha aumentado el número de personas que viven solas, así como la prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión, entre otros.

De las conversaciones con el centenar de personas que participaron en el estudio se extrae que en su entorno tienen a vecinos y conocidos que prácticamente no salen de casa, pasan el día en soledad y no tienen a nadie. Ese, junto a la brecha digital, son algunos de los problemas más importantes para las personas mayores. Ambos tienen una cosa en común: hacen a estas personas muy vulnerables.

«La soledad es una pandemia, pero tiene otra consecuencia grave, que deja cada vez a más personas sin capacidad de reacción«, afirma Ignacio Manzano Martín, responsable del Centro de Mayores María Auxiliadora. Señala que todas las personas podemos ser vulnerables en distintos momentos y por distintos motivos. Pero que en el caso de los mayores es más frecuente. Y a más edad, de forma más evidente. Por eso asegura que desgraciadamente hay «muchos depredadores al acecho», sin escrúpulos para aprovecharse de ellos.

Sabe de lo que habla porque el centro cuenta con alrededor de 300 socios de los cuales la mayor parte son personas solas que buscan socializar. Aunque llevan en activo 33 años, él solo lleva 6 como responsable, y ya se ha encontrado con muchas situaciones deplorables. Como el intento de quitarle 12.000 euros a una persona a través del banco.

Toda clase de estrategias para robar y estafar

También han detectado casos de falsas ventas de chollos (como lavadoras). Se prometía que adelantando una pequeña cantidad, como 30 euros para la reserva, podrían adquirir con un precio bajísimo, en torno a 300 euros, productos valorados en 800 o más. Incluso les mandaban falsas fotos de los almacenes con estos productos, procedentes supuestamente de embargos. Pero nunca llegaba el producto y se perdía el dinero anticipado.

Álex López
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Otros casos están relacionados con intentos de firmas de documentos para quedarse con el patrimonio de esas personas a cambio de cuidados, incluso en residencias. Timos a personas que queriendo ayudar a otros que consideraban más vulnerables y sin recursos les han dado sus bienes e incluso acogido en sus casas y cuando se han querido dar cuenta les han robado todo.

En ocasiones han visto que se acercan a los mayores personas que se muestran muy serviciales y atentas, ofreciéndose a facilitarles sus trámites bancarios con objetivos oscuros. «Muchas veces son personas de los bancos, que están al acecho porque saben que hay mucho dinero y que al dueño le quedan pocos años de vida, o los propios cuidadores, que algunos son muy zalameros», afirma.

«Muchas veces son personas de los bancos, que están al acecho porque saben que hay mucho dinero y que al dueño le quedan pocos años de vida, o los propios cuidadores, que algunos son muy zalameros»

Hasta propuestas para que personas mayores adoptasen legalmente a otras personas prometiendo su cariño y cuidado cuando sólo buscaban ser los herederos legales para quedarse con sus posesiones. Cuanto más mayores son las personas, más atractivas son a los ojos de los estafadores.

A Ignacio también le preocupan las teletiendas, con ventas de productos innecesarios y de mala calidad y ciertas ventas y sorteos de internet que son estafas. «Todo es mentira, pero se dejan embaucar por sus artimañas. Pueden caer las personas de todas las edades, pero es más fácil cuando se trata de personas mayores». Entre otras razones, por la brecha digital y porque es más difícil que se enteren del avance de este tipo de timos.

Y como cuando el problema se ha producido muchas veces no hay marcha atrás o no se han ido reuniendo los datos para poder demostrar los hechos, lo mejor es prevenir. Por eso en el Centro de Mayores María Auxiliadora, instalado en los salones parroquiales, se dan con cierta frecuencia charlas preventivas. También alertan a las instituciones, tanto municipales como a Cáritas, cuando detectan problemas y piden ayuda para atender a las víctimas de estos robos y abusos.

Denuncias como medio de prevención

Denunciar cada vez que se produce un caso para poner en alerta a otras posibles víctimas así como a la Policía para que investigue es la mejor forma de evitar el avance de estos casos, según el responsable del centro de mayores, que considera que entidades como la que representa también suponen una gran ayuda. Y no solo por los talleres que ofrecen en este sentido, sino porque cuando los «depredadores» ven que una persona está sola saben que será más sencillo aprovecharse de ella.

Esa es una manera de prevenir y de mejorar la calidad de vida y la red social de las personas solas, que pueden participar en toda clase de actividades como coro, cine, charlas formativas, excursiones, gimnasia, taichí, teatro y yoga, o simplemente jugar la partida por las tardes.

Tener un punto de referencia es muy importante, defiende, y por ello recomienda a los mayores confiar en las personas que han estado a su lado durante décadas, así como en instituciones con credibilidad como las asociaciones, Cáritas, y la Iglesia.

Jesús Sánchez Rodríguez es el Defensor del Mayor en Salamanca. Afirma que esta figura no tiene capacidad para actuar en casos como los que denuncian desde el Centro de Mayores de María Auxiliadora y que si algún afectado les pidiera ayuda, solo podrían ponerles en contacto con la Policía.

La función del Defensor del Mayor es asesorar, informar y ayudar a las personas mayores en sus relaciones con el Ayuntamiento y los organismos y entidades dependientes del mismo. Además se ocupa de atender y canalizar cuestiones, quejas, reclamaciones y sugerencias vinculadas al funcionamiento de los servicios municipales.

Atienden al público en las dependencias del área de Bienestar Social de la calle Peña Primera, siempre con cita previa, llamando al teléfono en el 923 27 91 63. También se ha reunido con representantes de entidades bancarias para transmitirles las necesidades de atención presencial y de calidad para las personas mayores, algo que considera que han conseguido.

Sánchez asegura que desde el inicio de su actividad, en 2022, se han ocupado mucho de los problemas de accesibilidad, que muchas veces están vinculados a la soledad no deseada.

Difícil de demostrar y perseguir en muchos casos

La Federación de Asociaciones de Mayores de Salamanca, FAMASA, es consciente de la preocupación creciente de los mayores salmantinos ante estas situaciones. A través de las distintas asociaciones son informados, siempre respetando la protección de datos de los afectados, de una amplia variedad de fórmulas que utilizan los desaprensivos para aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas de más edad.

Francisco Gómez Galán, presidente de FAMASA pone como ejemplos casos de personas que se acercan mostrándose necesitadas o demasiado zalameras a estas personas que sufren soledad y cuyo objetivo era sacar tajada económica o con otros bienes.

También personas fuera de su ámbito de confianza más íntimo que se ofrecen a hacerles gestiones de telefonía, bancaria o incluso a comprarles la lotería como método para ir obteniendo sus datos y quedarse con su dinero. «Hay casos sangrantes», lamenta.

Incluso conocen algún caso en el que se ha sacado a una persona mayor de la residencia para conseguir gestionar su patrimonio y no por favorecerla.

El problema, asegura, es que estos estafadores son personas inteligentes y en algunos casos con conocimiento previo de las posesiones de sus víctimas y su forma de actuar es tan sigilosa que resulta muy difícil de demostrar y por ello de denunciar. Por ello, lo mejor es contar cómo y qué hacen y dar fórmulas para prevenirlo.

Asesoramiento por parte de la Policía

Desde las asociaciones de mayores se ofrecen con frecuencia talleres sobre hurtos y robos. En ellos se explican desde distintos timos a acercamientos para dar un beso y robar dinero o joyas, falsas revisiones y otras estrategias. Pero FAMASA quiere ir más allá.

Su presidente afirma, además, que «no es lo mismo que Paco Gómez trate de explicar cómo prevenir este problema a otros mayores a que lo haga alguien tan especializado y con la credibilidad del Cuerpo Nacional de Policía, por eso queremos que lo hagan ellos», y tomando contacto con las personas a las que puede interesar a través de entidades de confianza como sus asociaciones de mayores.

Por este motivo, esta misma semana se reunirán con la Policía para concretar la forma y los lugares de esos talleres o cursos para la prevención de robos, estafas y otros abusos. La idea es empezar a impartirlos en pocas semanas.

Aunque afirma que los profesionales darán muchos consejos para prevenir que se abuse y se estafe a las personas mayores, avanza la importancia de cuidar todos los trámites electrónicos y bancarios para saber claramente que los datos no caen en manos inadecuadas.

Francisco Gómez defiende que no se trata de desconfiar de todo el mundo, pero sí de prevenir situaciones de riesgo, y para ello es importante confiar tanto en las asociaciones de mayores como en aquellas personas, familiares o amigos de toda la vida, que siempre han estado ahí y que son en muchas ocasiones los que están cuando hacen falta.

En este sentido, hace hincapié en que a través de las asociaciones de mayores las personas que viven en soledad tienen la posibilidad de ampliar sus círculos sociales. Cuando los desaprensivos comprueban que los mayores no están solos, ven más dificultad para llevar a cabo sus objetivos

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