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El Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto talar una docena de árboles en la plaza del Oeste y dos calles cercanas, cercenando el espléndido arbolado de que disfruta el lugar. El motivo, alegan, son los daños estructurales que sufren los ejemplares, pero se han topado con la oposición de los vecinos que han solicitado más detalles sobre lo que se pretende hacer. De momento, se preparan para defender estos árboles y evitar que la suya se convierta en otra 'plaza dura' sin vegetación que de sombra y frescor en un barrio donde lo 'verde' escasea.
Las fotografías de la última primavera en la plaza del Oeste muestran sus perales de flor (Pyrus calleryana) en pleno esplendor. Floridos, radiantes y llenos de vida. Pero el pasado mes de julio buena parte de la copa de uno de ellos cayó, afortunadamente sin causar daños a la terraza colindante. Los bomberos eliminaron el resto del árbol que quedó gravemente dañado y lo que parecía el cierre de una historia, ha tenido una derivada inesperada.
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Recientemente, el Ayuntamiento ha presentado a los vecinos del barrio una propuesta de remodelación de la citada plaza, para hacerla más verde y más amigable con las personas, que contempla la sustitución de todo su arbolado. Alegan que no está sano y que pone en peligro a los viandantes.
La idea ha sorprendido a los vecinos. Llevan años reclamando que la plaza del barrio, uno de sus lugares más reconocido y transitado, sea más humana y habitable. Pero no esperaban de ninguna forma que eso fuese a afectar al arbolado. Ante esta situación, el Comité Antinuclear y Ecologista y ZOES han querido conocer el informe técnico en el que se detalla el estado de estos árboles. Del mismo modo se han movilizado otros salmantinos.
No se resignan a perder un símbolo que da identidad al barrio, tal y como afirma la propia asociación vecinal. Son seres vivos y marcan el paso de las estaciones en el barrio. Pero además durante décadas se han generado muchos vínculos emocionales con estos árboles.
El barrio del Oeste no se caracteriza por tener zonas verdes precisamente. Por eso los vecinos están preocupados por mantener y mejorar las pocas que hay. Y la noticia de una posible tala les ha caído como un jarro de agua fría.
Además del valor sentimental y estético de los árboles, ZOES destaca que son importantes «por su capacidad para fijar CO2 y dar sombra, haciendo que un barrio tan gris como este tenga elementos que le permita ser un poco más resiliente ante el avance del cambio climático». Y es que un árbol maduro no puede ser superado por uno joven en estos aspectos.
Por otra parte, ZOES también quiere «garantizar la seguridad de los cientos de personas que pasan a diario por la plaza del Oeste o cualquier otra calle y es consciente de que hace unos meses perdimos uno de esos árboles que por suerte no cayó encima de nadie». Poner en riesgo la vida de las personas no es una opción para la asociación.
Por ello está tratando de conocer todos los detalles técnicos del informe municipal en el que se desgranen todos los detalles de los defectos estructurales que padecen los doce árboles del barrio que el Ayuntamiento considera que es preciso talar.
Desde el Comité Antinuclear y Ecologista solicitaron hace unas semanas al Ayuntamiento de Salamanca información sobre los árboles en mal estado que tuvieran previsto talar a corto plazo en la ciudad.
La respuesta que han recibido esta misma semana ha sido que «el número total de árboles que, habiéndose sido diagnosticados como enfermos y que los Servicios Técnicos Municipales proponen talar a corto plazo siguiendo un criterio técnico motivado son doce unidades de la especie Pyrus calleryana ubicados en la plaza del Oeste, calle Granero y calle Asturias».
El motivo que alegan es «la existencia de defectos estructurales destacando principalmente la presencia de corteza incluida en todos los ejemplares analizados en una proporción muy elevada, presencia de heridas provocadas por esta misma causa a consecuencia del fallo de ramas e historial con caída de árboles con idéntico diagnóstico, presentan además heridas por mala cicatrización y compartimentación incompleta, espiralización de raíces e inclinaciones graves del eje principal».
La corteza incluida se caracteriza por una unión entre el tronco y las ramas en forma de V en lugar de en U. Esto debilita la unión y puede ocasionar fallos cuando el árbol es adulto. Pero se puede hacer un seguimiento de los árboles, comprobando si hay grietas o abultamientos que puedan anticipar la llegada de estos problemas, o tomar medidas como ciertas podas selectivas que quiten el exceso de peso de las copas.
Ahora estos colectivos y diversos vecinos particulares están tratando de conocer los detalles concretos del informe para saber de forma concreta el alcance exacto de los problemas de cada uno de los doce ejemplares para saber «si se pueden subsanar de alguna forma, si realmente es necesario eliminar todos esos árboles».
ZOES considera que «el diálogo y el conocimiento son herramientas necesarias para tomar las mejores decisiones. Nuestra prioridad es defender la vida de los árboles, pero también que no se ponga en riesgo la de las personas».
Por eso espera poder contrastar todos los datos y que sean valorados por distintos técnicos para que la decisión que se tome sea la más acertada. Tiene la esperanza de que, si no todos, se puedan salvar todos los ejemplares posibles.
También el Colectivo Ecologista y Antinuclear está buscando más detalles técnicos para proteger la vida de los árboles de talas injustificadas, ya que recuerda que en demasiadas ocasiones se elimina al arbolado maduro cuando se va a realizar una remodelación.
Aunque el Ayuntamiento en su respuesta argumenta que «la valoración y cuantificación del estado de los árboles para poder definir su estado vegetativo es constante a lo largo del año, pudiendo variar conforme a los distintos condicionantes que marcan la salud vegetal de los árboles o bien por factores extrínsecos a la misma», a la organización ecologista le «extraña» que, en cambio, no se están talando, por ejemplo, árboles ya secos que hay por toda la ciudad.
Tanto ZOES como el Comité Antinuclear y Ecologista forman parte de la plataforma Barrios por el Clima, también preocupada por el futuro de estos emblemáticos ejemplares y que defiende el mantenimiento del arbolado maduro de la ciudad. Un patrimonio vivo con un gran valor para proteger porque, además, es necesario para garantizar la calidad de vida de las personas, tal y como defienden en su propuesta a los presupuestos participativos del Ayuntamiento.
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