El tren Lisboa-Salamanca de 4 horas y media que quiere Portugal, pendiente de empresas españolas

El futuro de un tren Lisboa-Madrid que pare en Salamanca está en manos de las grandes de la obra pública española, gigantes de la construcción que recobran el interés por el plan ferroviario de Portugal. Tras retirarse de los proyectos, vuelven a la carga tras el paso al frente que ha dado la administración lusa, que ha aprobado el plan con rango de ley, a prueba de posibles cambios políticos. Y si se ejecuta, la provincia es una de las más beneficiadas.

Cuando Portugal anunció hace tres años el diseño de su plan nacional ferroviario, Ferrovial, Acciona o Sacyr se interesaron por un contrato muy jugoso, de 30 años que incluía el diseño de la línea, su ejecución y su gestión, algo que Adif no ofrece. Después, decidieron no presentarse porque no les salían las cuentas, pero eso ha podido cambiar.

La decisión es firme una vez el consejo de Ministros ha aprobado el Plan Ferroviario Nacional, un documento en el que trabaja desde hace años, heredado del gobierno de Antonio Costa, y que incluye los principales proyectos que tienen que ver con la conexión ferroviaria entre España y Portugal, reducida ahora prácticamente a la línea entre Oporto y Vigo y sin viajes directos entre las capitales lusas y Madrid.

De momento, el contrato de 1.900 millones para construir los primeros tramos desde Lisboa ha vuelto a despertar el interés de las grandes de la obra pública española. Ferrovial, Acciona y FCC formarán un consorcio para concurrir, mientras que Sacyr aún lo está valorando. De si las potentes constructoras españolas deciden ir adelante depende en buena medida que haya ofertas, que faltaron en la primera intentona de hacer la nueva alta velocidad, que pasa por unir Lisboa y Oporto como gran prioridad y darle continuidad hacia Vigo como primer encuentro con España.

Y dentro de esos planes están las conexiones con España, a través de Salamanca. En el documento oficial aprobado y publicado en el Diario de la República, figuran trayectos entre la capital lisboeta y la frontera salmantina.

Así, se habla de un Lisboa Lisboa-Vilar Formoso, con ocho paradas, que se haría en 3h20. Y también de un trayecto completo, el Lisboa-Salamanca, con once paradas, en 4h30 minutos. Se supone que ambos tendrían continuidad en dirección Madrid y que se operarían con los trenes de larga distancia internacional.

Según los cálculos portugueses, esos tiempos y planes de viaje serían posibles con la nueva línea de alta velocidad planificada desde Aveiro, complementaria a la Beira Alta. Guarda se convertiría en el nudo ferroviario central, donde confluirán las líneas convecional y de alta velocidad, ya que los trayectos interciudades dejarán de ser por la convencional, que quedará para los regionales.

Portugal ha contratado ya un estudio para analizar la demanda de posibles nuevos servicios durante los próximos 30 años. El estudio es un paso previo, pero será la base para tomar la decisión sobre la compra de nuevos trenes para reforzar los futuros servicios ferroviarios que planea el país.

El contrato lo ha puesto en marcha Comboios de Portugal, la equivalente a Renfe en el país vecino, que ha encargado a una consultora estudiar la viabilidad y mercado potencial de cuatro de sus futuras líneas ferroviarias. Ademas del Lisboa-Oporto, la línea del Miño hacia Vigo, la conexión con Coimbra en alta velocidad y, por último, la línea que afecta a Salamanca.

Según el encargo de CP, están previstos varios escenarios para unir las dos líneas con Lisboa, con dos opciones interesantes. Por un lado, una oferta de largo recorrido Lisboa-Guarda-Salamanca que aprovecharía las línea de la Beira Alta y la de Fuentes de Oñoro, ambas ya electificadas. Y por otro, acercar trenes hasta Guarda. Pero también abre la opción de servicios de alta velocidad con parada en Coimbra que permitan trasbordo y que darían acceso desde Salamanca a través de la Beira Alta y los servicios regionales.

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