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Un verano sensiblemente menos caluroso que el del año pasado en Salamanca ha hecho que las muertes atribuibles a las altas temperaturas se hayan visto reducidas de forma considerable. Aún más si se compara con el año pasado, uno de los más terribles en lo que a defunciones relacionadas con el calor se refiere ya que también se batieron los récord históricos con los valores más altos desde que hay registros en la provincia: se alcanzó el histórico de las máximas -40,8 grados-, la media -26,1 grados- y la mínima más alta -21,9 grados-.
Esta temporada, en cambio, las temperaturas se han mantenido más suaves con ciertas jornadas de respiro que ha permitido bajar la mortalidad. A pesar de que se han continuado varias olas de calor en julio y junio se despedía con temperaturas anormalmente altas, el informe Momo contabilizaba un total de 5 decesos en julio y 3 en junio como consecuencia del calor en la provincia. En 2022, fueron 57 las muertes que se registraron en Salamanca durante el séptimo mes del año, y en junio, 19 fueron defunciones anotadas.
Desciende así en un 84,21% las muertes provocadas por el calor durante el mes de junio en la provincia y un 91,23% en el mes de julio respecto al pasado verano cuando se vivía la peor ola de calor desde que hay registros en los días 14 y 15 de julio. Precisamente esos datos desmesurados de decesos atribuibles a las altas temperaturas colocaban a Salamanca como una de las provincias de España con mayor tasa de mortalidad relacionada con el calor según el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Sólo en los dos primeros meses del verano sumaba 76 fallecidos mientras que este año se contabilizan ocho.
Los años en los que más han afectado las altas temperaturas a los salmantinos han sido, además del pasado, en julio de 2015 -33 fallecidos-, junio de 2017 -30 fallecidos- y agosto de 2016 -28 fallecidos-.
Los datos registrados en este 2023 son algo más esperanzadores después de dos años catastróficos en lo que a muertes atribuibles a las temperaturas se refiere. Las olas de calor y los valores anormalmente altos no son los únicos que provocan muertes, también el frío ha sido una causa de fallecimientos en la provincia. Tal y como se aprecia en la siguiente tabla, las 'olas' dibujadas se corresponden a los meses donde las temperaturas son más extremas y el otoño y la primavera dan un respiro.
En estos primeros siete meses del año se han contabilizado en Salamanca 60 muertes relacionadas con la temperatura -52 en los meses de invierno y 8 en los dos primeros meses de verano-. El mayor pico por muertes en invierno se produzco en enero de 2021, coincidiendo con la borrasca Filomena que cubrió de blanco la península. Ese año se superó el récord histórico de fallecimientos atribuibles a las temperaturas y se contabilizaron en la provincia 109 defunciones sólo en enero.
En el otro extremo, el mayor pico de muertes en verano fue el pasado año, a consecuencia de la mayor ola de calor registrada hasta entonces, con 57 fallecimientos. Dos fenómenos meteorológicos extremos que trajeron consigo dos meses fatídicos en Salamanca.
Además del pasado enero cuya mortalidad superó con creces la media en Salamanca durante los meses de invierno con 109 fallecimientos, el enero del año pasado también fue especialmente frío y fueron 36 los salmantinos que perdieron la vida por razones «atribuibles a la temperatura» como indica el informe Momo. Este febrero ha entrado también en el pódium de meses de invierno con más mortalidad: 28 personas fallecían en la provincia el segundo mes del 2023. Enero también ha sido uno de los más trágicos con 12 fallecidos.
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