Las cinco palabras que usamos en Salamanca y que tienen otros significados
Aunque los charros nos entendamos a la perfección, es posible que en otro lugares haya cierta confusión con estos términos
¿A cuántas personas que no son de Salamanca habéis escuchado decir que los charros hablamos cantando? Pues parece ser que eso no es lo más peculiar que pueden decir de nosotros porque si hay algo que nos caracteriza es el vocabulario que usamos en nuestro día a día. Y aunque en Salamanca nos entendemos a la perfección, no es de extrañar que si salimos fuera de la ciudad y hablamos de candar o de chambergo, los demás no lo entiendan o incluso que el siginificado cambie por completo y lo que estamos diciendo deje de tener el sentido que queremos.
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Veamos algunos ejemplos:
Añusgarse
Nunca vas a escuchar a un charro decir que se ha atragantado cuando está comiendo algo, aquí preferimos decir que nos hemos añusgado. Y aunque pueda parecer que esta palabra tan peculiar no podría llegar a usarse en otras ciudades, lo cierto es que sí se utiliza, aunque no con ese significado. En algunas zonas de nuestro país como el caso de León se usa como sinónimo de estrangular, aunque según la Real Academia Española (RAE) también podría significar enfadarse o disgustarse.
Candar
Cuántas veces las abuelas nos han dicho eso de: «Canda la puerta», con o sin llave, candado o cerrojo, y usando esta expresión como sinónimo de cerrar. Sin embargo, si vamos a Aragón y les decimos algo así, no nos van a entender porque para ellos esta palabra se usa cuando un río, un arroyo o un depósito de agua, natural o artificial, se hiela o se solidifica.
Chambergo
Otra de las expresiones que más confusión podría generar fuera de Salamanca es esta, que se usa para hablar de un abrigo o de una chaqueta que antiguamente llegaba a la altura del muslo, aunque a día de hoy la largura es indiferente. Y aunque con este termino las personas que no son de Salamanca suelen referirse a otras prendas o accesorios de vestir como los sombreros, lo cierto es que la RAE explica también podemos hacer referencia a un tipo de cinta de seda.
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Chocho
Esta palabra, que tanto juego nos da, no es más que la manera de referirnos a las peladillas, los dulces pequeños o los altramuces. Pero cuidado, ¿alguna vez alguien os ha dicho que está 'chocho' de felicidad o de locura? Y es que sí, este gran término tiene diferentes acepciones en función de la zona en la que nos encontremos: puede ser un árbol de semillas rojas, algo que ya está viejo, alguien que está chiflado o incluso una persona que se ha quedado satisfecha con algo.
Trapa
¿Bajas la trapa? Una expresión má que conocida entre los charros para hablar de una persiana metálica que también podemos 'candar'. ¿Y es posible que en otras ciudades tenga otro significado? Está claro que sí, y es que puede ser un cabo con el que se cierra una vela cuando hay mucho viento, las cintas que aseguran una lancha dentro del buque, un ruido que hacemos con los pies o incluso para decir que hay un alboroto de gente y una gran vocería.
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Expresiones peculiarmente charras
De la misma forma que aquí nos consideramos salmatinos, pero preferimos que nos llamen charros, podemos decir que alguien es simpático, pero siempre elegiremos llamarle majo. E incluso añadiremos el apelativo mi niño, independientemente de la persona con la que estemos hablando.
Además, a nosotros no nos puedes decir que un lugar está a 50 metros desde donde estamos porque medimos la distancia en paquí, pahí o pallí. Así que nos aseguramos de candar la puerta y miramos por dónde podemos atrochar para llegar antes.
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Y al llegar a casa, nos sentaremos en el sofá a comernos unas galgeríaso unas galgás con cuidado de no caerlas, en vez de tirarlas, y a la hora de dormir nos soñaremos con lo que hemos hecho durante el día y confiaremos en dormir bien porque 'Quod natura non dat, Salmantica non præstat'.
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