Cipérez presentó la solicitud de zona catastrófica y espera que sea un error burocrático: «Nuestros deberes están hechos»

Ante todo, sorprendente. El municipio de Cipérez no se esperaba la noticia conocida este 26 de agosto, tras la celebración del primer consejo de ministros del curso político tras las vacaciones de verano. Así, el Gobierno -dentro de una larga lista de hasta 113 incendios- anunció la declaración de zona catastrófica los fuegos de El Payo y de La Alberca, mucho menores en extensión al ocurrido en la comarca de Vitigudino, que arrasó en torno a 10.500 hectáreas, con casas de por medio y negocios de los trabajadores del campo. Ha sido el incendio más grande de la historia de la provincia, por detrás del de Monsagro ocurrido en 2022.

El destino de las ayudas que acompañan a este tipo de declaración son daños personales, de vivienda, laborales, posible exención de tasas de gestiones en permisos de circulación o conducción por el Organismo Autónomo de la Jefatura Central de Tráfico y medidas de otros ministerios en cuanto a fiscalidad, empleo o ayudas a corporaciones locales, entre otros. Esto incluiría también compensaciones ante los destrozos agrícolas, forestales, ganaderos y de acuicultura.

Un total de siete ayuntamientos afectados por el terrible incendio forestal de Cipérez solicitaron, «los primeros», en palabra del alcalde del citado municipio, la declaración de zona catastrófica por parte del Gobierno de España; entre los que se encuentra Villaseco de los Reyes, Puertas, Espadaña, Tremendal de Tormes, Villar de Peralonso, Peralejos de Arriba y Cipérez. Además, se incluyen varias pedanías, también afectadas; El Groo, Gejo de los Reyes, Berganciano, Mazán, Peñalvo y Trabadillo, Pedernal, Cerezal de Puertas, Manceras, Saelices, el Huelmo, San Cristobalejo y San Cristobal, Gomeciego.

Precisamente, de estos siete municipios, cuatro tuvieron que ser evacuados la tarde del 15 de agosto, teniendo que dormir en el pabellón habilitado en el municipio de Ledesma; Cerezal de Puertas, el Groo, Villaseco y Guejo de los Reyes (575 personas).

El director de extinción del incendios de Cipérez, César Prieto, ha fijado en 10.500 las hectáreas calcinadas por el momento en el incendio, lo que lo convierte en el más dañino de la historia en Salamanca, después del de Monsagro de 2022.

Este último no se dió extinguido hasta el 5 de septiembre de 2022 tras 61 días continuos de trabajo. La superficie total afectada fue de 8.655,22 ha, de las cuales 6.922,69 correspondieron a superficie forestal arbolada, entre las que destacan masas de pino negral (Pinus pinaster) y encinar (Quercus ilex), así como, grandes extensiones de matorral.

Virginia Barcones, directora de Protección Civil, ha explicado que debe existir una comunicación de las comunidades autónomas, de que el incendio correspondiente ha sido declarado de nivel 1 y 2, aunque asegura que por la situación emergencia se dará margen a las comunidades para que si no lo han hecho, lo comuniquen. Una explicación muy generalista que, sin embargo, no aclara lo sucedido en Salamanca.

Este incendio fue declarado el 12 de agosto y en apenas dos horas y media después de su origen, fue elevado a Nivel 2 de peligrosidad, ya que las llamas se acercaban con rapidez a casas en la periferia del casco urbano. De hecho, algunas viviendas cercanas al fuego llegaron a ser desalojadas, además de las piscinas de la Fuente de San Esteban.

Más de una treintena de medios trabajaron para tratar de sofocar las llamas, que además obligaron a cortar la carretera N-620 desde el kilómetro 292 de la Fuente de San Esteban al kilómetro 295 en Martín de Yeltes sentido creciente hacia Portugal.

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