Los dos pueblos de Salamanca que ardieron este verano obligados a talar sus bosques con urgencia
Una orden obliga a propietarios y administraciones a cortar el arbolado que ardió este verano y extraer la madera quemada antes de marzo de 2027 para evitar plagas
Con el último arreón de temperaturas, un fuego todavía sin extinguir y la provincia en riesgo alto de incendios hasta el viernes, las labores para empezar a sacar la madera quemada de los bosques de la provincia han empezado con los primeros trámites que afectarán a los dos grandes incendios forestales del verano: El Payo y La Alberca. Ambos están entre los afectados por la orden publicada por la Junta de Castilla y León para empezar a gestionar el arbolado quemado.
Estos bosques, la mayoría de pino y coníferas, son ahora presa fácil para las plagas y un riesgo fitosanitario para aquellas zonas que no ardieron. De ahí que sea obligatorio y urgente empezar a retirar esta madera quemada de los montes.
En el caso de Salamanca, su mayor incendio de esta temporada, y de su historia en superficie, fue el de San Cristóbal de los Mochuelos/Cipérez, que se declaró el día 13 de agosto, en plena ola de altas temperaturas; oficialmente, todavía está en investigación y sin perimetrar, pero según cálculos del sistema Copernicus supera las 10.000 hectáreas.
Sin embargo, la mayor parte de la superficie quemada han sido pastos y explotaciones agroganaderas, pero no arbolado. En este caso, los incendios más grandes han sido los de La Alberca y El Payo, declarados también en el peor episodio de incendios forestales de la historia de Castilla y León. Ambos obligaron a evacuar/confinar población y quemaron zona arbolada.
Menos de dos años para cortar los árboles
Todos ellos están afectados por la orden que ha publicado la Junta este miércoles en el que se pide la extracción de manera «urgente» el arbolado que ha ardido en los incendios de este verano. La Orden afecta a toda la madera quemada de la Comunidad Autónoma este verano, tanto en montes públicos como en los de particulares.
En virtud de esta orden, los particulares tienen obligación de cortar y extraer la madera quemada, y el plazo máximo es el 31 de marzo de 2027. No es necesario que presenten solicitud ni comunicación de aprovechamiento. Si no lo hacen, la administración podrá hacerlo subsidiariamente y apercibir al propietario, además de pasarle la factura de los trabajos. Y por su parte las administraciones también se han puesto a trabajar en el asunto.
Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca ya se trabaja desde hace días para preparar los pliegos de condiciones para venta y extracción de la madera quemada en los montes públicos afectados en dos incendios, El Payo y La Alberca. Es el método habitual, contratos para cortar los ejemplares quemados y llevarse la madera, que se paga a un precio por m3 de material.
6,5 millones de euros
se sacó en la subasta de madera quemada en Monsagro
Así se hizo, por ejemplo, tras el incendio de Monsagro en el que se talaron medio millón de árboles, unos 200.000 m3 de madera. Los contratos, 25 lotes diferentes, dejaron 6,5 millones de euros de recaudación que, por normativa, irán en buena parte a sufragar los programas y medidas que se han ido poniendo en marcha.
Claro, que en aquel incendio, el mayor de tipo forestal en la provincia, ardieron cerca de 10.000 hectáreas fundamentalmente de bosque; la puja por los contratos multiplicó por tres la cotización de la madera. En los dos casos de este año la superficie ha sido menor, pero también tiene un valor económico.
En esta ocasión, se actuará en dos líneas. En el caso de El Payo, es el Ayuntamiento del municipio el que hace los trámites administrativos de venta y ya tiene el Pliego de Condiciones Técnico-Facultativas, que es competencia del Servicio Territorial. En cuanto a la superficie afectada, y de manera extraoficial, sería de unas 350 hectáreas, con un valor de mercado que está por ver y fluctuará en función de las cotizaciones, pero que puede superar los 200.000 euros.
En el caso de La Alberca, será la Delegación Territorial la que enajena ya que se trata de un mont de gestión pública y se está ultimando el pliego. La superficie afectada fue oficialmente de 32 hectáreas, la mayor parte de arbolado.