La estación de esquí de Salamanca que ha tirado una temporada irrepetible

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 21 de abril 2025, 08:11

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Cuatro pistas y un parque de nieve, poco más de un kilómetro, es todo lo que se ha podido esquiar este invierno en la estación de esquí Sierra de Béjar. Es la oferta de esquí más escasa de la historia de la estación en un invierno en el que ha tenido toda la nieve necesaria, hasta un metro de espesor, un manto que ha sido inaccesible por el talón de Aquiles de la temporada: la falta del telesilla. Un fallo por el que la estación ha perdido la mejor temporada de nieve en años.

La instalación, imprescindible para acceder a las mejores pistas, las de las cotas más altas, no fue revisada a tiempo y la costosa inspección obligatoria, la V7, termina la temporada sin los papeles. Hace semanas que la Junta de Castilla y León espera noticias que no han llegado. Y, mientras tanto, la estación ha completado una de sus campañas más exitosas.

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Eso dice, al menos, el Ayuntamiento de Béjar, titular de la estación que ha terminado la temporada este domingo todavía con mucha nieve, lo que ha atraído miles de visitantes casi todos los fines de semana. La explotación se ha apoyado mucho en la parte turística, con fines de semana de más ingresos por los cafés que por el esquí: el propio consistorio ha hecho públicos datos con más dinero en el bar y la tienda que por los forfaits. Incluso ha llegado a celebrar un campeonato en una corta pista.

Las abundantes precipitaciones de todo el invierno en toda la sierra han asegurado el blanco elemento en el paraje. El mismo día de su cierre ha vuelto a nevar y, según el parte oficial, dispone de 30 centímetros de nieve primavera. Según los datos disponibles, ha llegado a ser 70 en las zonas esquiables y un metro en otras, los mayores espesores en cuatro temporadas.

La temporada ha sido bastante larga y estable, 68 días de los cuales 60 ha estado abierta y sólo ocho cerrada, dos por meteorología. No ha habido grandes problemas con la carretera de acceso, que suele complicar la llegada, aunque sí hay que lidiar siempre con el frío y el viento. Por días, espesores y nieve ha sido una temporada propicia.

Sin embargo, nunca tanta nieve ha dado para tan poco esquí. La superficie esquiable no ha pasado del kilómetro en ningún momento, su rendimiento en más de 15 años. De hecho, ha sido inferior a la de la temporada 2019/2020, cuando casi no hubo nieve; nunca antes había tenido tan pocos kilómetros para esquiar.

El motivo, la falta del telesilla. La instalación requiere de una revisión completa y costosa se iba a abordar en dos años, pero ni el pasado ni este han bastado para terminarla. Sin la documentación en regla, no se puede usar y las pistas de la zona más alta son inaccesibles.

Sin medios para acceder a las pistas superiores, la estación se ha conformado con las tres de debutantes, el parque de nieve y el final de su pista más baja; esto ha sido lo máximo que ha llegado a abrir. Hasta en la temporada 23/24 pudo abrir más, casi 6 kilómetros.

Hace cinco años que no logra abrir más de diez kilómetros y hay que remontarse a la histórica 2013/2014, cuando la temporada empezó en diciembre y terminó a finales de abril, y llegó a medirse más de tres metros de nieve, para encontrar un año en el que se superaran los 20 kilómetros de pistas abiertas, prácticamente todo el dominio.

Porque La Covatilla tiene espacio para esquiar y este año había nieve para ello. Las pistas superiores, Canchal Negro o La Cardosa, a más de 2.000 metros, hace años que no se pueden usar lo que ha reducido drásticamente su dominio esquiable real.

Con casi 18 kilómetros de pistas habría más que suficiente para los aficionados cuando la meteorología se pone de cara, y este año lo ha hecho. Con el cambio de la climatología, es probable que la estación haya dejado pasar una gran oportunidad de las que no se repetirán.