Las fuertes lluvias azotan de nuevo a Aldeatejada con el arroyo desbordado e inundaciones

Dos meses han pasado desde que el agua arrasara con el municipio salmantino de Aldeatejada. Huertas destrozadas, carreteras levantadas, viviendas anegadas y terrenos convertidos en pantanos. Así era el escenario del pasado enero, y este es el paisaje que los garduños sufren de nuevo hoy debido a las intensas lluvias de la pasada noche, -especialmente contundentes a las 05:00 horas de la mañana-. El arroyo del Zurguén vuelve a desbordarse de nuevo y el puente de La Carrera sufre las consecuencias de la riada. Un viaducto que da acceso a diversas naves agropecuarias a través del camino de Arapiles que difícilmente se han recuperado tras las últimas inundaciones.

Cientos de vecinos de la localidad temen que la desgracia se repita y reclaman la limpieza de los arroyos que discurren por los cauces urbanos antes de que vuelva a suceder algo similar. Un amago que ha puesto en alerta a todo el vecindario tras ver cómo el cauce del río aumentaba según iban pasando las horas. Y es que el miedo generalizado no es para menos después de lo ocurrido y la estampa es similar a lo acontecido a principio de años: el carril bici que comunica Salamanca con Aldeatejada amanecía totalmente inundada con la crecida del arroyo y los campos aledaños se han convertido en balsas de agua.

Las previsión meteorológica mantiene las alertas puesto que en el día de hoy se esperan precipitaciones en el municipio con tormentas durante buena parte de la jornada. Se prevé que a partir de las 17:00 horas, finalicen las precipitaciones y se mantenga la sequía en lo que resta de semana. Así, el fin de semana se esperan temperaturas anormalmente altas, -de hasta 22 grados el domingo-, que podría dar una tregua a la situación. Al aviso por lluvias en la jornada de hoy, se suma la alerta amarilla por fuertes rachas de vientos que azota a buena parte de la provincia. Un fuerte temporal que obligó a cerrar parques dado que las rachas de viento podrían alcanzar hasta los 80 kilómetros por hora.

La fecha del 8 de enero del 2023 quedará para siempre en la memoria de los garduños que vieron cómo la riada se llevaba todo lo que tenía a su paso. Cientos de vecinos se veían afectados de una manera u otra por las inundaciones y hoy todavía, siguen sufriendo los estragos de esas intensas lluvias. Algunos vecinos perdieron la huerta que durante tantos años habían estado labrando y lloraban la pérdida de cada uno de los recuerdos que se fueron con el agua.

Otro vecino, no sólo perdió recuerdos sino también su lugar de trabajo. Talleres inundados que impedían continuar con la rutina y la esperanza de que el tiempo pusiera de nuevo todo en su lugar. Sin embargo, las últimas precipitaciones han mermado esas posibilidades cuando parecía que se remontaba de nuevo. Los vecinos todavía esperan que lleguen las ayudas que demandaron por los daños sufridos.

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