Establecer una relación causa- efecto entre el fenómeno del agua caída y la aparición de los daños, obliga por el momento, a desplazarse y comprobar el estado o situación de los tejados, el fluir de los canalones, los tapiales, portillos, etc. Al mismo tiempo, sueles utilizar alguna de nuestras carreteras secundarias para apreciar el bamboleo de un fin de semana.
Así pues, la respuesta no se demora nada más , sales de Salamanca en dirección a los Montalvos, y no tienes más remedio que toparte con la virtud austera de la condición física en actividades como: la mountain bike, el senderismo o correr practicando 'jogging'. Sigues adelante y llegas al campo de golf de la Valmuza, diseñado, sobre un tapiz verde entre encinares, compatible para el bienestar personal.
De ninguna manera las sensaciones no se agotan, cuando vienes por la cañada-carretera, no deberías concentrarte demasiado en lo que se refiere a los moradores de los cercados y el tono serio y respetuoso de las aves rapaces haciendo guardia. Nos queda tiempo para sonreír en un encuentro inesperado con un caballo hispano- árabe – la duda era mínima- al saludar inclinando la cabeza, luego se daba un ligero trote en el supuesto de acariciar la silueta. Mentiría si dijese, que no intento saber cómo puede y debe efectuarse el trato con tan coqueto animal.
Si el lenguaje es concebido como una construcción, Matilla está vinculada al río, en pocas ocasiones hemos visto las aguas tomado fuerzas por seguir el recorrido. Ahora no abandonamos el ideal lógico de los nombres en Villalba de los Llanos y Carrascal del Obispo. Desde la distancia gobierna el campanario de la iglesia de Villalba y las escuelas con solera junto al frontón de granito de Carrascal.
La panorámica es distinta cerca de Sanchón, un grupo de ciclistas bien equipados, los cuales suponemos, han suspendido la marcha con la idea de controlar la hidratación ante el esfuerzo . Nada pesado resulta el viaje, de ahí que convenga no detenernos en La Sagrada, aunque no dejásemos de admirar el buen nombre y los buenos pastos que se extienden hasta la ribera del Huebra.
Desde ese punto, giramos hacia el río Huebra, llegando a la carretera de San Muñoz, otros componentes en la misma modalidad ciclista, proceden a dar testimonio de todo lo que ven: una matanza en San Muñoz, los vericuetos del río, tres jinetes con garrocha en mano abriendo una cancela. - ¿ dónde van? – A apartar un toro. -¡ Sí! La mente se acalora ante la contingencia. - Vamos a permanecer distantes para que las cosas salgan bien. El criterio es útil, aunque duden en algunos casos. En la medida de los que conocemos contestamos, por consiguiente, al indicar: Buenabarba, las ganadería de Agustinez y Castillejo de Huebra; las fincas colindantes de Gallegos y la Naya.
Paralelamente establecemos una distinción, estamos en la jurisdicción de la diócesis de Ciudad Rodrigo, por fortuna en su tiempo, el obispo de Miróbriga decidió cooperar notablemente en un pleito a nivel de un gran señor que alegaba un derecho sobre la dehesa comunal del pueblo, por más que trató de controlar el asunto, siguió perteneciendo al pueblo de Abusejo. No tuvo que sentarle muy bien al señor, puesto que al fin y al cabo lo que se consiguió fue un chismorreo de no muy buen gusto. A tal efecto, ¡ Viva el Sr. Obispo! Luego está lo del tesoro… pero la tarde se nos echa encima y nos quedaba tarea.
Por lo demás, el grupo se divide hacia Tamames, otros por La Sagrada regresan a Salamanca; y un servidor, dirección Abusejo. Ya la tarde se había puesto deplorable y permanecer en la intemperie atentaba contra la salud. Así, la consecuencia práctica era preparar la vuelta y regular la temperatura con un cafetito en el bar Chanote de San Muñoz. Hay que reconocer que una parada con tertulia hace el camino más corto. Y antes de requerir el ansiado café, entra Cañedo.
Aunque repitiendo el tópico, Cañedo, tiene una afición inevitable al campo; bueno, de manera especial al caballo y al toro. Sin embargo, conviene dejarlo que nos cuente: el campo es muy sacrificado por la dureza del clima, imagínate un día que nieva montar a caballo, una caída, la embestida de un toro, también hay que esquivar las encinas; porque el encinar es el mejor ambiente para proteger el ganado, se suele complementar con la besana para sacar la alimentación del invierno. Una idea añadida, hay que estar muy pendiente del ganado, atentos a que no les falte la comida, el agua, si están enfermos; después, los animales no controlados transmiten muchas enfermedades.
Como te he dicho alguna vez, para tratar con el ganado bravo, puede que la yegua sea más explosiva, y mejor si puede ser terciada de altura y « cortita» de cara, apresurar la salida y el recorte. Las razas más elegidas son la hispano-árabe o anglo-árabe. Ahora, hasta que se acostumbra, primero la enseñanza no puede entenderse si la cabalgadura no se entrega a las ordenes del jinete. Lo segundo, importante , por decirlo en términos fáciles : la valentía del animal, puede influir algo el jinete, pero si no la tiene no la tiene. De ahí, que el potro, a medida que vas progresando con él, lo vas conociendo como una ciencia auxiliar en todo lo que se refiere a cualidades físicas y mentales. Y esto es lo que podemos decir.
No lejos de nosotros, Antonio, padre del torero, nos está viendo con una sonrisa silenciosa, le invitamos a compartir su opinión acerca la mejor raza de perros para actuar con el ganado: - no hay razas, cada uno tiene «su enseño», pero tiene que salir de ellos. Cabe , pues concluir que la experiencia caracteriza la acción fundamental. Guiados por la amistad tomamos un ligero sorbo de un trago y nos quedamos viendo las expectativas de la noche.