El moderno ultramarinos de un pueblo de Salamanca que vuelve a tener tienda

Uno de los pueblos más activos de Salamanca, el de Morille, ha abierto su primera tienda municipal que gestiona un particular en un antiguo edificio acondicionado y que también será vivienda del tendero, que se viene a vivir al municipio. La iniciativa persigue dotar a la población de un comercio de proximidad donde sus algo más de 200 vecinos puedan aprovisionarse sin tener que hacer desplazamientos.

Morille es conocido por las valientes iniciativas, propias de un pueblo de mayor tamaño. Con 224 vecinos censados, destaca en los ránking de renta y por el dinamismo de sus actividades, en una mezcla de viejos vecinos y nuevos pobladores que ha casado bien. Ahora, ya tienen también una tienda de servicio público.

El pasado día 8 de marzo abrió sus puertas la tienda municipal de Morille, la primera de este tipo en el municipio. Se trata de una iniciativa del consistorio que ha contado con la ayuda económica de la Dirección General de Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, de la Junta de Castilla y León («Reto demográfico»: adecuación del inmueble y equipamiento).

Gracias a esta ayuda y a la aportación de fondos propios del Ayuntamiento de Morille se ha realizado una inversión cercana a los 190.000 euros. El propósito de esta inversión es dotar al municipio de un comercio de proximidad absolutamente necesario para el mantenimiento y el incremento de población, mediante la creación de empleo y la dotación de servicios esenciales de proximindad.

En la tienda, que además cuenta con la posibilidad de degustación, se combinan productos alimentarios y de primera necesidad, así como una selección de «delicatessen» de la tierra de Salamanca.

El inmueble elegido es la «antigua casa de Narciso», en cuya parte baja se ubica la tienda, y que fue cedido al Ayuntamiento de Morille por sus antiguos propietarios. En su parte alta se sitúa la vivienda. Tienda y vivienda salieron a concurso a finales de año y la gestión fue adjudicada a un particular que ha comenzado su andadura, como un morillejo más, con toda la ilusión y la energía.

Enrique sirve a domicilio los productos a aquellas personas mayores de 60 años o con problemas de movilidad que lo demandan. En honor al lagarto de la fachada (obra de José Lorenzo Castaño), la tienda llevará por nombre «El lagarto de Morille, Ultramarinos».

El edificio reúne todas las características bioclimáticas y de eficiencia energética: aislamiento, placas solares y caldera de biomasa. Se sitúa en el centro de la localidad, junto al ayuntamiento, en la confluencia de las calles Alba y Corta.

El proyecto de rehabilitación del edificio ha corrido a cargo del arquitecto José Luis García-Risueño Garzón, quien ha combinado la modernidad y el respeto a la tradición arquitectónica propia de Morille. Próximamente, con presencia de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, se procederá a la inauguración oficial.

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