A 'tocateja' o con seguro, ¿cómo pagar los 3.500 euros que cuesta morirse en Salamanca?

En España, de media, un entierro en el cementerio cuesta 3.739 euros, mientras que una incineración sale por 3.617 euros. Pero sólo es eso, una media. En ciudades como Barcelona y Tarragona, un entierro puede suponer de media alrededor de los 6.000 euros.

En el lado opuesto nos encontramos con Cuenca (2.350 euros), o Santa Cruz de Tenerife (2.460 euros), como ciudades más económicas.

Salamanca se acerca a la media, y en función de las funerarias, el coste final de un entierro en la actualidad estaría en los 3.435 euros, y de 3.247 euros para una incineración. En un año el incremento ha sido de casi un 5%, según los diferentes estudios publicados por el sector y las asociaciones de consumidores.

Esta cantidad es la que debería abonar la familia de una persona sin seguro de decesos. Si el fallecido tenía asegurado su funeral, prácticamente todos los gastos están cubiertos.

Y ahí llega el debate. Merece la pena estar pagando una cuota durante años, o es mejor pagar el entierro al llegar la hora de muerte de cada persona. El seguro de decesos siempre ha tenido muchos defensores, y en Salamanca a la vista de las cifras, con más de la mitad de la población cubierta por un seguro de decesos, parece evidente que también. Mucho más que en otras provincias.

Sin embargo, últimamente han surgido muchas voces que aseguran que los seguros de decesos no son nada rentables, incluida la OCU, que no les recomienda en casi ningún caso.

Lo mejor es echar cuentas en función de las condiciones de cada uno y los servicios que se quieren contratar.

Cuanta más edad tiene la persona que contrata el seguro, más alta es la cuota, así que vamos a crear una familia tipo. Para un matrimonio en el que el marido tenga 55 años, la mujer 50 y tengan dos hijos mayores de edad a los que también quieran meter en el seguro, el precio mensual va entre los 15 y los 20 euros en función de la compañía aseguradora. Por supuesto, al fallecimiento de los dos miembros del matrimonio, los hijos debería seguir haciendo frente al pago del seguro para seguir cubiertos modificando las condiciones o suscribiendo otro seguro.

Teniendo en cuenta que la esperanza de vida en Salamanca, la más alta del país, está de media en casi 85 años (aunque más alta en el caso de las mujeres y algo inferior en los hombres), el hombre debería estar pagando unos 30 años su cuota. A una media de 18 euros al mes con las consiguientes subidas progresivas, serían unos 216 euros anuales, que multiplicados por 30 años serían 6.480. Si la mujer siguiese pagando cinco años más, serían 1.080 euros más, en total 7.560 euros.

En definitiva, teniendo en cuenta que de aquí a 30 años el coste de los servicios funerarios también se incrementará, podríamos decir que lo «comido por lo servido». Tras 35 años pagando la pareja tendría 3.780 euros para el funeral de cada uno, probablemente algo menos de lo que costará el funeral dentro de 30 años en función de la evolución de precios prevista.

Además, hay que decir que los seguros de decesos también ofrecen diversos servicios en vida, que aumentarían la rentabilidad de su contratación.

Lo que está claro es que, con la cantidad de opciones, y la evolución de un mercado como el funerario, resulta complicado determina que decisión es la más rentable para una familia.

El coste completo de un funeral se divide en diversos conceptos, que varía en función de la ciudad.

Desglosando esta cantidad, los estudios muestran cómo el féretro, arca o ataúd es lo más caro con una media de 1.200 euros, aunque los hay desde 700 a 3.000 euros si se quiere. Además, el hecho de incinerar un cuerpo no supone ahorro ninguno, ya que en España, por ley, los cadáveres se incineran dentro del ataúd.

Por su parte, los servicios del cementerio (inhumación y tasas de alquiler) añaden otros 650 euros, parecida cantidad a la que hay que pagar al tanatorio (546 euros), mientras que los otros gastos (flores, coche, preparación del cuerpo...) acaban de cerrar la cifra definitiva. Por ejemplo, misas, esquelas, flores, la lápida..., supera los 500 euros y el coche fúnebre y el traslado más o menos lo mismo.

El coste del alquiler del nicho depende de la ciudad, pero está alrededor de los 500, 600 o 800 euros, y en ciudades más caras puede llegar a costarte 1.000 euros por 10 años.La lápida, la losa con inscripción que cubre el nicho o bien cierra la sepultura, va desde los 200 a los 1.000 euros.

Cuando alguien decide comprar una sepultura, habitualmente es para uso de varias personas, generalmente familiares, y su coste puede llegar a los 10.000 euros. Este es un servicio que no suele incluir ningún seguro de decesos. Sin nos vamos a un panteón, el coste aún es mayor pese a que la utilidad es la misma.

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