El recibo del agua y los cementerios, lo que más subirá en 2023

La comisión informativa de Hacienda en el Ayuntamiento de Salamanca ha analizado este martes por la mañana la propuesta fiscal para el año 2023. Incluye líneas ya anunciadas como la congelación de los principales impuestos, el final de la bonificación de tasas como la de las terrazas y la actualización de algunas tasas al IPC, y esta es la clave, porque eso supone que, de una u otra manera, algunos recibos y precios públicos van a subir.

El proyecto de ordenanza recoge una subida del 8,7% que se aplica de manera generalizada al suministro de agua, tasa de depuración, tasas de los servicios funerarios municipales, Mercado de Abastos y Centro de Transportes. El motivo es que hay que actualizar al IPC estos servicios obligatoriamente porque así lo marcan los contratos del Ayuntamiento de Salamanca con las empresas o entidades que gestionan estos servicios. La subida corresponde con la inflación del mes de mayo.

Eso supone subidas de precios que se aprecian tanto en el suministro de agua como en los servicios funerarios de manera especial, lo que se notará en el recibo del servicio de agua y alcantarillado y en el coste de un enterramiento en los cementerios municipales.

En el caso del agua, sube el abono ese 8,7%, lo que supone pasar de 8,47 a 9,21 euros; también suben los diferentes tramos de consumo y el alcantarillado, que pasa de 3,73 a 4,06 euros. Las diferencias son mucho más abultadas en el caso de que tengamos que contratar una obra, por ejemplo, la acometida de un abastecimiento, que pasa de 671 a 730 euros. La subida ha provocado las críticas del PSOE y también de la concejala de IU.

La subida del 8,7% se aplica también a los servicios funerarios lo que supone un importante incremento de los costes que implica un enterramiento. Suben desde las estancias en un velatorio (de 629 a 684 euros por 24 horas), las inhumaciones en todos los cementerios (de 689 a 749 euros en el San Carlos) o los ataúdes que se usan: el más barato pasa de 823 a 895 euros y el más caro, de 9.770 euros a 10.620 euros, cerca de mil euros más.

No son los únicos precios que suben, aunque el resto no suben tanto. Es el caso de las piscinas, en las que se aplica la variación anual experimentada por el Índice Nacional subclase Servicios Recreativos y Deportivos, que es del 0,17% para noviembre, que ha sido el mes elegido para tomar como referencia. La subida resultante es escasa: de 3,73 a 3,74 euros la entrada suelta y de 42,53 a 42,60 un abono general.

El Proyecto de Ordenanzas recoge la supresión de las bonificaciones para diferentes tasas por la ocupación de vía pública (terrazas, puestos de venta, atracciones de feria, reservas de estacionamiento) que se han venido aplicando desde 2020 a 2022 para ayudar a sectores económicos muy afectados por la crisis sanitaria derivada de la pandemia de la Covid-19. El más relevante es el de las terrazas, que llevaba tres años bonificada y por la que el consistorio renunciaba a unos 600.000 euros al año.

El proyecto de Ordenanzas mantiene además todas las bonificaciones que permiten a las personas y familias con menor capacidad económica beneficiarse de importantes reducciones en impuestos, tasas, precios públicos y tarifas municipales; unas bonificaciones que se vienen manteniendo o ampliando también desde 2015. Cabe citar, por ejemplo, la reducción del 25% en las tarifas de agua y alcantarillado; del 50% en la Tasa de basura; de hasta el 100% en las tarifas de las Escuelas Infantiles Municipales, del Servicio de Ayuda a Domicilio o de la Comida a Domicilio; del 90% en el Impuesto de Bienes Inmuebles; o el bono bus especial, que permite viajar en el autobús urbano pagando 0,03 euros por viaje.