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Las pistas de la Covatilla, sin nieve en una imagen de esta semana de la propia estación. SH
Ocho días de nieve en todo el invierno arruinan la temporada de La Covatilla

Ocho días de nieve en todo el invierno arruinan la temporada de La Covatilla

La estación, en un momento crítico de su futuro, sufre una meteorología adversa que ha recortado su apertura al mínimo justo cuando más necesita ser viable

Félix Oliva

Salamanca

Sábado, 25 de marzo 2023, 10:00

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La meteología, tan necesaria en una estación de esquí, ha dado la espalda a la Covatilla y ha dejado sin nieve la instalación bejarana en un momento crítico de su futuro. En todo el invierno, desde diciembre a su despedida este mes de marzo, la nieve ha pasado de escasa a casi inexistente y mantiene cerrada la estació en una siutación crítica: necesita ya un plan para el futuro que todavía se está trazando .

La situación se resume en ocho días de nieve en los 90 de invierno desde el pasado diciembre y hasta el 21 de marzo cuando a estación se ha despedido. La cifra está por debajo de lo habitual. Según los datos facilitados por Aemet, con registros tomados en la presa de Béjar, se han sumado ocho jornada de nieve este invierno 2022-2023 por los trece de media del período que abarca del invierno de 2009-2010 hasta ahora.

Llueve mucho, más de 600 litros este invierno, pero no nieva nada y las temperaturas medias sólo son realmente frías un mes por temporada

La cifra es inusualmente baja y llamativa porque sí que llueve. De hecho, este invierno Aemet ha registrado más de 664 litros en la propia estación y más de 600 en la presa, una cifra superior a la habitual: en la década anterior la mieda de precipitaciones invernales es de 400 litros. Se han acumulado en 40 días de lluvias, cuando la media son 27. Esa ha sido una constante este invierno, en La Covatilla llueve mucho y no nieva: el problema son las temperaturas.

Según los datos de la agencia estatal, la media del invierno es de 0,9 grados, por los 1,6 de media; en la presa ha sido de 4,6 por los 4 habituales. En detalle, es el producto de un invierno de poco frío. Aunque la estación bejarana sale muchas veces entre los puntos más fríos del país, la realidad es que sólo en enero se registraron fuertes mínimas: la temperatura media en diciembre fue de 3,4 grados positivos, -0,8 en enero y 0,1 en febrero. Hasta el 21, marzo fue más cálido todavía.

Temporada mínima

El frío ha complicado la vida de la estación esta temporada, con temperaturas polares que complicaron el inicio de campaña y registros altos que han acabado pronto con la nieve. De hecho, la estación lleva dos fines de semana consecutivos sin pistas disponibles y ha cerrado de forma intermitente durante marzo. Eso ha reducido la temporada a poco más de dos meses.

Durante las dos últimas semanas la estación se ha aferrado al parque de nieve, pero las pistas han estado cerradas. Y este fin de semana ya sólo abrirá la cafetería. Aunque la temperatura es buena y el clima benigno, no hay casi nada de nieve. Es una situación de mínimos que hace casi imposible su viabilidad y que obliga a pensar en planes alnternativo spara el futuro.

Explotación alternativa

De entrada, parce difícil que pueda estar abierta la próxima Semana Santa. El cambio climático está complicando el uso de muchas estaciones de esquí y pocas serán las que abran en vacaciones. La de Béjar podría hacerlo si hay milagro en forma de nieves copiosas, pero las previones no invitan a pensar en eso porque haría falta mucha nieve.

Pero el futuro corre en su contra. Según estimaciones científicas, todas las estaciones de esquí en torno a 2.000 metros tienen poco porvenir. La Covatilla es una de ellas y las previsiones dicen que se quedará si nieve para la práctica del esquí. Urge encontrar alternativas y hay una esperanza: el centro de altura.

El Ayuntamiento de Béjar, que corre ahora con los gastos de la estación y su gestión, ya tiene un plan para convertir la estación en un centro de entrenamiento en altura, un factor muy apreciado por atletas y ciclistas, entre otros. Eso podría atraer a aficionados y profesionales al lugar, pero necesita instalaciones completamente distintas, empezando por una residencia, pistas de entrenamiento, gimnasios...

El proyecto ya está en marcha, hay financiación y se van a licitar las obras, pero lo que era un plan de futuro es ya una urgencia. La falta de nieve no es un pronóstico para los próximos años sino una realidad patente que dice que Salamanca tendrá que decir pronto 'adiós' a su estación de esquí.

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