El pueblo de Salamanca donde das un rodeo o cruzas la vía jugándote el tipo

La muerte de dos personas en Palencia al cruzar un paso a nivel sin barreras eleva a tres las víctimas en este tipo de curces tras la que se produjo el lunes 18 de noviembre en un punto de la línea del ferrocarril entre Fuentes de Oñoro y Medina del Campo, cuando una locomotora arrolló a un tractor en Quejigal, donde existen tres pasos a nivel sin barrera como en el que se produjo el accidente.

Estos dos siniestros sirven para que haya vuelto a salir a la palestra la peligrosidad de este tipo de cruces, sobre todo de caminos y vías pecuarias, de las que aún quedan muchos repartidos por toda la geografía española y también por Salamanca.

Y también ha servido para recordar que la provincia de Salamanca ha registrado a lo largo de su historia numerosos accidentes entre vehículos y trenes, el más relevante, el choque en el municipio de Muñoz en diciembre de 1978 en el que fallecieron 32 personas. En el accidente resultaron heridas otras 61 resultaron heridas después de que un convoy de la línea férrea que unía Fuentes de Oñoro con Salamanca arrollara un autobús escolar.

Y es precisamente desde Muñoz desde donde ha llegado una nueva queja sobre la peligrosidad de cruzar las vías del tren, en este caso a pie, por las dificultades y trabas para hacerlo de otra forma.

Según denuncia el autor de la queja, Félix Torres, natural de Muñoz pero residente en el País Vasco y asiduo usuario y defensor del tren, cuando se produjo el fatídico accidente del 21 de diciembre del 78, dentro de poco se cumplirán 46 años, se eliminó el paso a nivel y se construyó un pasadizo elevada sobre las vías «pero no está preparado para el paso de peatones. Ni tiene arcén, ni acera y si pasan dos coches, uno en cada sentido, ocupan toda la calzada y es un peligro ir andado».

El problema es que, aunque podría decirse que ya todo el mundo tiene coche para poder desplazarse, aún hay gente que no dispone de un vehículo y debe recurrir al transporte público, y es el caso de este denunciante. «Yo tengo que ir hasta la carretera nacional para coger el coche de línea a Salamanca y coger allí el tren u otro autobús para desplazarme a mi lugar de residencia. Y en el camino desde la carretera hasta el pueblo hay que pasar la vía. Si vas hacia el paso elevado que se construyó tras el accidente hay que dar un buen rodeo andando y cargado con las maletas. Y si cruzas por donde va el camino de siempre, pues…, te la juegas», lamenta.

Al parecer, a lo largo de estos últimos años se ha llegado a redactar un proyecto para construir un paso a nivel más apropiado también para los peatones, pero «no sé si por falta de dinero o de interés», nunca se ha puesto en marcha la obra.

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