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La presencia del lobo en Salamanca ha dado un paso atrás y se sitúa en cifras similares a las de hace más de veinte años cuando se hizo el primer censo de su presencia en el territorio. El nuevo censo de presencia de esta especie en Castilla y León limita a tres las manadas que campan por la provincia, un número de 9 a 21 ejemplares según la época del año, que se han instalado en zonas fronterizas de Zamora y Ávila donde han encontrado refugio.
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La Junta de Castilla y León acaba de publicar el nuevo censo regional del lobo, que eleva el número de manadas a 193 por las 178 de hace diez años. Estos datos suponen un incremento del 8 % de las manadas de lobo en la Comunidad, con 14 nuevas respecto del censo de 2012-2013. En general, la presencia del lobo se ha incrementado en varias provincias y se mantiene elevada en aquellos donde hay más ejemplares, pero en el caso de Salamanca las cifras son las más reducidas.
Según las cifras de la Junta, se conservan sólo tres manadas, dos de las cuales tienen actividad reproductora. En el mapa del censo, se sitúan en dos zonas fronterizas con Ávila y Zamora, dos de las provincias donde se concentran más manadas, aunque todas las controladas en Salamancas se mueven dentro de la provincia.
Según el mapa de la Junta, las manadas se concentran ahora cerca de Estacas, en la comarca de Ledesma; entre Santiz, Palacios del Arzobispo, Valdelosa y Zamayón; y entre Galinduste y Horcajo Medianero. En todos los casos, loas movimientos de estas manadas se producen hacia las provincias limítrofes de Zamora y Ávila, aunque se detecta presencia también en zonas del centro de la provincia.
Según los datos de la Junta, Salamanca se convierte en la provincia con menor presencia del cánido tras la evolución de los últimos años. Antes lo era Soria, pero la especie se ha expandido hacia estas tierras: se han detectado ejemplares en la sierra soriana de Urbión, en el límite con La Rioja, así como presencia de la especie en estribaciones del Moncayo.
En Salamanca, hace una década, el número de manadas llegó a elevarse hasta las seis activas en la provincia, pero ahora se produce una regresión hasta cifras muy cercanas a su mínimo. En el censo del año 2000-2011 se localizaron sólo dos.
En cuanto al número de ejemplares, y según las manadas, oscilaría entre nueve y 21 en función de la época del año. El número de individuos siempre se ha estimado sobre la base de la literatura científica existente en la materia a partir del número de manadas o grupos familiares detectados.
De esta manera, se pueden establecer cálculos del número de lobos en dos momentos del año correspondientes al mínimo y máximo poblacional, además de un porcentaje de lobos no territoriales (periféricos, flotantes o dispersantes) y que pueden representar en torno a la cuarta parte de la población total de lobos.
Teniendo en cuenta la composición media descrita de los grupos familiares de 3-4 ejemplares antes de los partos, y de en torno a 7 lobos en época estival, a los que habría que añadir el porcentaje de dispersantes, de acuerdo con la literatura científica se podría establecer un intervalo de entre 965 y 1.737 lobos en Castilla y León, correspondiéndose con la estima mínima, antes de los partos, y la estima en la época estival, respectivamente (unos 1.300-1.400 lobos en otoño).
En Castilla y León, el número de manadas ha experimentado un incremento del 8% en la Comunidad, con 14 nuevas respecto del censo de 2012-2013. Destacan, entre otras cuestiones, el incremento de la población del lobo al sur del Duero, con un total de 35 manadas censadas frente a las 27 de hace 10 años, o las 17 manadas de hace 20 años, y que suponen un incremento del 30 % en la última década.
Con estos datos, los grupos familiares de lobos al sur del Duero representan ya el 18 % del total de Castilla y León, frente al 15 % en el censo de 2012-2023 o al 11 % del censo de los años 2000-2001.
Estos datos permiten confirmar cómo la expansión del lobo por el territorio de Castilla y León ha permitido la recolonización y asentamiento de manadas en las comunidades autónomas limítrofes al sur del Sistema Central, como Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid o Extremadura, pero además con unas densidades de lobo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama similares a las observadas en el Parque Nacional de los Picos de Europa. También, al sur del Duero, es una novedad de este censo la recuperación poblacional de la especie en la Tierra de Pinares (Segovia-Valladolid).
Además de la importancia ecológica de la expansión del lobo al sur del Sistema Central, gracias al trabajo realizado en este censo se ha podido confirmar el crecimiento de la especie hacia el Este en el límite distributivo ibérico, siendo histórico el reasentamiento de, al menos, 4 manadas en La Demanda burgalesa y en la sierra soriana de Urbión, en el límite con La Rioja, así como la presencia de la especie en estribaciones del Moncayo.
En relación con la orla cantábrica, se detecta estabilidad con la consolidación de los principales núcleos poblacionales de la alta montaña de León (Ancares, Alto Curueño, Riaño y Mampodre, Picos de Europa…) y de la Montaña Palentina, así como en el límite León-Zamora (Sanabria-Cabrera), tratándose de zonas con la mayor densidad de lobos de España. Por ello, a pesar del leve incremento de manadas observado al norte del río Duero, de 6 manadas y un 4 % respecto del censo anterior, es un aumento significativo, ya que se trata de zonas que albergaban ya los valores de mayor densidad de lobos de Castilla y León y de España, cercanos a las 3,4-4 manadas/1.000 km2.
Como cuestión particular, destaca la provincia de Zamora, donde a consecuencia de los incendios del año 2022, que además de las 60.000 has quemadas, también afectaron a algunos de los territorios de mayor densidad del lobo, no solo de Zamora sino también de Castilla y León, hubo que posponer el censo en amplias zonas de la provincia zamorana durante el año 2022. Por ello, el censo en esta provincia, en la práctica, se ha desarrollado durante los años 2023 y 2024. Si bien, a consecuencia de los incendios se han perdido varios grupos en la provincia de Zamora, sí se ha podido confirmar ya la recuperación de varios de ellos, incluso la reproducción en 2024 dentro del perímetro del incendio.
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